En el Día Nacional de la Sarcoidosis se busca aumentar la conciencia global sobre una enfermedad poco común que afecta al sistema inmunológico. La sarcoidosis, en su mayoría, no es fatal, aunque puede generar una discapacidad significativa para algunos pacientes.
Esta enfermedad se caracteriza por la formación de pequeñas agrupaciones de células inflamatorias, llamadas granulomas, que pueden surgir en diversas partes del cuerpo, siendo los pulmones y los ganglios linfáticos los sitios más comunes. Además, puede afectar los ojos, la piel, el corazón y otros órganos.
Aunque su origen es desconocido, se cree que la sarcoidosis resulta de la respuesta del sistema inmunológico a una sustancia aún no identificada. Factores como agentes infecciosos, productos químicos y una posible reacción anormal a las proteínas del propio cuerpo pueden estar implicados, especialmente en individuos genéticamente susceptibles.
No existe una cura definitiva para esta enfermedad, aunque la mayoría de las personas pueden llevar una vida normal sin necesidad de tratamiento o con terapias simples. Sin embargo, en algunos casos, la sarcoidosis puede persistir durante años y causar daño orgánico.
Los síntomas varían dependiendo de los órganos afectados y pueden manifestarse gradual o repentinamente, o incluso ser asintomáticos en muchos casos. Entre los síntomas generales se encuentran la fatiga, inflamación de los ganglios linfáticos, pérdida de peso y dolor en las articulaciones. La sarcoidosis pulmonar puede causar tos persistente, dificultad para respirar, silbido al inhalar y dolor en el pecho.
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Los síntomas cutáneos pueden incluir erupciones cutáneas con bultos rojos o morados, úlceras en la nariz, las mejillas y las orejas, cambios en la pigmentación de la piel y nódulos debajo de la piel.
En cuanto a los síntomas oculares, estos pueden abarcar visión borrosa, dolor, ardor, picazón, irritación y sensibilidad a la luz.
La sarcoidosis también puede afectar el corazón, los riñones, el sistema nervioso, el hígado y otros órganos, pudiendo causar complicaciones graves a largo plazo.
