El Día Mundial contra el Dolor se celebra el 17 de octubre de cada año con el objetivo de aumentar la conciencia sobre el dolor y promover la prevención y el alivio del sufrimiento. Fue instaurado por la Asociación Internacional para el Estudio del Dolor (IASP).
El dolor es una experiencia universal que puede afectar la calidad de vida de las personas. Este día pretende sensibilizar a la sociedad sobre la importancia de abordar el dolor de manera efectiva, así como destacar la necesidad de mejorar la educación en la atención al dolor y la investigación en este campo.

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Según la OMS, el 50% de las personas que acuden a recibir atención primaria, lo hacen por causa de algún dolor. Además, solicitó que el dolor crónico pase a ser considerado una enfermedad y que su alivio sea catalogado como un derecho humano.
El dolor es una señal del sistema nervioso que indica la presencia de un problema o afección en el cuerpo. Se manifiesta como una sensación desagradable, que puede variar en su naturaleza, como pinchazos, hormigueo, ardor o molestias. Puede ser de carácter intermitente o constante, y afectar a una zona específica del cuerpo o ser generalizado.
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Existen dos categorías principales de dolor:
Dolor agudo: Suele aparecer de manera repentina debido a lesiones, inflamaciones o el inicio de una enfermedad. Por lo general, este tipo de dolor puede ser tratado y desaparecer con el tiempo, aunque en algunos casos puede convertirse en crónico si no se maneja adecuadamente.
Dolor crónico: Este tipo de dolor persiste durante un período prolongado, más allá de tres meses, según un criterio temporal comúnmente aceptado. Puede establecerse a lo largo del tiempo y causar problemas graves para la calidad de vida de la persona.
A lo largo de los años, se han llevado a cabo diversas actividades y campañas para concienciar sobre la problemática del dolor y promover su manejo. La fecha también se utiliza para reconocer el trabajo de los profesionales de la salud, investigadores y organizaciones que se dedican a la lucha contra el dolor.
Es una oportunidad para promover el acceso a tratamientos efectivos del dolor y para recordar que todas las personas tienen derecho a vivir sin sufrir dolor innecesario.