Cortesía D.R.A
Fenalco rechaza aumento del salario mínimo en 23% para 2026 decretado por el Gobierno
El Gobierno fijó en decreto el salario mínimo para 2026 en dos millones de pesos mensuales, con auxilio de transporte incluido, aumentando 23% respecto a 2025, medida que fue criticada contundentemente por la Federación Nacional de Comerciantes (Fenalco). El anuncio se realizó en Bogotá entre el 29 y 30 de diciembre de 2025, misma fecha en que Fenalco manifestó su rechazo calificando el aumento de populista e irresponsable.
Este incremento fue decretado luego de que la mesa de concertación salarial no lograra un acuerdo antes del 15 de diciembre de 2025. Fenalco manifestó su retiro permanente del proceso desde el primero de diciembre como protesta frente a la intervención anticipada del Gobierno, que según el gremio desnaturalizó el diálogo tripartito entre empleadores, trabajadores y Estado. Jaime Alberto Cabal, presidente de Fenalco, indicó que “la Mesa fue una farsa y una burla institucional para el sector productivo del país”, denunciando que la decisión ignoró las variables económicas y técnica de productividad.
El gremio alertó sobre la ausencia de fundamentos técnicos que soporten el aumento en un contexto económico sensible, señalando que impactará negativamente en precios, servicios y contratos que están indexados al salario mínimo. La Federación añadió que la subida no solo generará una “ilusión de mayor ingreso” sino que cuantificó para el empleador un costo total de cerca de tres millones de pesos mensuales por trabajador, considerando salarios, parafiscales y seguridad social. De acuerdo con Fenalco, esta situación pondrá en riesgo al 97% de micro, pequeñas y medianas empresas del país.
Además, problemas macroeconómicos están presentes con este incremento, advierten, entre ellos el aumento del gasto público, limitaciones para disminuir tasas de interés desde el Banco de la República y menores niveles de inversión y crecimiento. “El país pagará el precio con mayor desempleo, informalidad y carestía”, afirmó Cabal. “Este golpe pone en jaque la supervivencia de miles de empresas y generará cierres y pérdidas de empleos”, concluyó el representante gremial.
Otros sectores, como la Andi, también respaldaron esta posición y cali-ficaron la ampliación salarial como insostenible. Desde el Gobierno se defendió el procedimiento mostrando la negociación como transparente y alineada con pautas de la Organización Internacional del Trabajo, lamentando la retirada de Fenalco de la mesa de diálogo. Durante las sesiones iniciales, los sindicatos propusieron un alza del 16%, mientras parte empleadora planteaba hasta un 7,21%, líneas divergentes que evidenciaron las dificultades para alcanzar un consenso.
