El paro minero en el Nordeste y Bajo Cauca de Antioquia se encuentra en una fase crítica que depende de los acuerdos que se alcancen entre el Gobierno y los líderes de las manifestaciones para ponerle fin. Mientras tanto, las comunidades y los gremios siguen sufriendo las consecuencias debido a los bloqueos en las carreteras que están impidiendo la llegada de alimentos, productos y pasajeros.
Según el ministro del Interior, Alfonso Prada, los bloqueos han afectado a casi 300.000 personas que viven en los 12 municipios de la región. «Los bloqueos están causando escasez de alimentos en la región y generando hambre en las zonas rurales. También han impedido la distribución de medicamentos y la alimentación de los niños en los centros de atención y las escuelas», declaró el Ministro.
Uno de los casos más críticos ocurre en el municipio de Vegachí (Nordeste), donde hay cerca de 25.000 cerdos que se están muriendo de hambre por la falta de concentrado que no puede llegar a las granjas debido a los bloqueos en Yalí. «Para evitar una alta mortalidad, los cerdos han sido alimentados con leche y pasto, pero esto no es suficiente. Debido a la falta de solución, hemos visto un aumento en la mortalidad por peleas y desnutrición», expresó un trabajador de una de las granjas de la zona.
Además, las lecherías de la zona también se han visto afectadas y se han perdido productos debido a la imposibilidad de sacarlos.
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Por otro lado, Utrans, una corporación que agrupa a empresas de transporte terrestre intermunicipal e interdepartamental, envió un comunicado al Presidente Gustavo Petro, solicitando una solución al paro minero, ya que las pérdidas económicas por no poder transportar pasajeros son millonarias. Según la entidad, las empresas que cubren las rutas origen-destino en 5 de los 10 municipios del Nordeste, 6 municipios del Bajo Cauca y otras 3 que pasan por el corredor de Medellín hacia la Costa Atlántica han reportado pérdidas superiores a los $1.400 millones en los ocho días de paro.
