El pasado viernes 10 de marzo se dio la lamentable noticia. El parque temático Marineland de Ontario, Canadá, en donde se encontraba aislado el animal, fue el encargado de informarlo al público. Aparentemente, habría fallecido por una infección bacteriana.
Kiska fue capturada en 1979 en Islandia junto a Keiko, orca que inspiró la película Liberen a Willy. Casi inmediatamente fue trasladada a Canadá, en donde tuvo compañía de otras orcas de forma esporádica que, poco a poco, iban trasladando a otros acuarios.
Incluso, llegó a dar a luz a cinco crías que, al poco tiempo de haber nacido, fallecieron. 2011 fue el último año en el que Kiska tuvo compañía en su pequeño acuario, más pequeño que una piscina olímpica. Por esto, la pobre orca vivió por más de 12 años sola.
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Estos animales son de naturaleza social. Cazan en conjunto, nadan en conjunto, migran en conjunto y comen en conjunto. Es difícil ver a una orca sola en su hábitat natural, por lo que la vivencia de Kiska, estiman algunos animalistas, fue tortuosa para la misma.
Se estima que la orca vivió por 47 años, y de ellos no habría vivido más de cinco en libertad. Desde que quedó sola en su tanque se le consideró como la orca más triste y solitaria del mundo. Tanto, hasta el punto que se llegó a ver lastimándose a sí misma golpeándose contra las paredes de su tanque.
Kiska fue la última orca en cautiverio en Canadá, luego de que hace cuatro años este país firmara un decreto que prohibía tener ballenas, delfines y marsopas en cautiverio. Sin embargo, el acuario aún cuenta con ballenas belugas y otros mamíferos marinos en su posesión para el entretenimiento humano.
