A través de un comunicado, la Corte Penal Internacional (CPI) confirmó que su Sala de Cuestiones Preliminares II emitió una orden de arresto contra el presidente ruso Vladímir Putin. Esta orden de detención lo hace presunto responsable de crímenes de guerra.
Según la entidad, Putin habría sido responsable de los delitos de deportación y traslado de menores de edad desde el territorio ocupado Ucrania hasta Rusia con motivos de la guerra.
Se le acusa, además, de ser responsable directo, junto con otros y/o a través de otros, y de no haber ejercido control sobre los militares o civiles que incurrieron en esto. Sin embargo, no se le acusa de ningún otro delito de guerra dentro de la ocupación militar.
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Esta orden de arresto también implica a Maria Alekseyevna Lvova-Belova, comisionada para los Derechos de los Niños, por los mismos delitos. Sin embargo, Maria Zakharova, portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de Rusia, comunicó que “Rusia no es miembro del Estatuto de Roma de la Corte Penal Internacional y no tiene ninguna obligación en virtud del mismo”.
Si bien la jurisdicción de la CPI no valdría para involucrar penalmente a Putin, sí sería un limitante para que el mandatario no realice viajes a otras naciones que sí cooperan con la Corte. Y tampoco se esperan de él viajes internacionales.
Rusia no es el único país que no es miembro de la CPI. Estados Unidos, Israel, Corea del Norte, Irán y Ucrania tampoco son miembros. Este último, sin embargo, sí aceptó la jurisdicción de la entidad.
