
Es cierto que los árboles se comunican entre sí, no de la forma en que lo hacen los seres humanos puesto que los árboles utilizan un complejo sistema de señales químicas y eléctricas para compartir información con otros árboles y plantas en su entorno.
Un estudio reciente sugiere que esta comunicación no es necesariamente a través de la conexión fúngica entre los árboles, como se pensaba anteriormente, sino a través de una red de señales eléctricas en los árboles. Los árboles pueden enviar señales eléctricas a través de su sistema vascular, lo que les permite comunicarse con otros árboles y compartir información sobre peligros, nutrientes y otras condiciones del entorno.
Además, los árboles también pueden comunicarse con otros organismos, como insectos y animales; para protegerse de los depredadores y promover la polinización. Algunos estudios han demostrado que los árboles incluso pueden enviar señales de alarma químicas para alertar a otros árboles sobre la presencia de insectos y otros peligros.
Si bien los árboles no tienen un «cerebro» como los seres humanos, tienen sistemas complejos y sofisticados que les permiten comunicarse y adaptarse a su entorno de manera efectiva. La investigación en este campo está en curso, y es probable que sigamos descubriendo más sobre cómo los árboles se comunican y se relacionan entre sí en el futuro.