
Un estudio reciente ha demostrado que los secadores de manos, tan comunes en baños públicos y privados, son en realidad una fuente de propagación de bacterias más efectiva que las toallas de papel. ¿Por qué sucede esto?
Los secadores de manos funcionan mediante la liberación de aire caliente el cual se encarga de evaporar el agua de nuestras manos, sin embargo, científicos de la Universidad de Leeds encontraron que estos dispositivos lo que hacen es dispersar cantidades alarmantes de bacterias de las manos de otros sobre la superficie y en el aire del lugar.
Aunque los secadores de manos pueden ser una opción más económica y ecológica que las toallas de papel, tenga en cuenta que las toallas pueden ser más higiénicas debido a que el papel absorbe el agua y microbios restantes en las manos, si al momento de desechar el material lo hace de manera correcta, el potencial de contaminación será menor.
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