La Policía de Nicaragua emitió un comunicado en el que indicó el hallazgo de actividades ilícitas en el manejo de fondos y cuentas bancarias relacionadas con el ejercicio de las Diócesis en el país. Aparentemente, habrían encontrado centenares de miles de dólares encaletados en instalaciones de diferentes centros religiosos administrativos.
Las autoridades del país detuvieron a tres sacerdotes para investigarlos por estos hallazgos. Además, se congelaron las cuentas de seis diócesis en diferentes departamentos del país. Según las autoridades, estos fondos encontrados ingresaron de forma irregular al territorio nicaragüense, por lo que se determinó que eran de procedencia ilícita.
En el comunicado, las autoridades indicaron que se identificó que estos fondos se habrían retirado de cuentas que se habían ordenado congelar y que pertenecerían a políticos y personas condenadas por “traición a la Patria”.
El curso de las investigaciones indica que las autoridades están detrás de una red de lavado de activos que involucra a varias de las diócesis del país. Así, la Superintendencia de Bancos solicitó a la Conferencia Episcopal de Nicaragua y al cardenal Leopoldo Bernes que demuestre y soporte con documentos legales que la existencia de estos fondos pertenezca a movimientos legales.
El régimen de Daniel Ortega ha venido persiguiendo a líderes opositores y a civiles, a algunos sacerdotes se les ha condenado por «cometer actos que menoscaban la soberanía, la independencia y la autodeterminación» por su participación en la rebelión social de 2018. Además, una de las últimas noticias alarmantes fue el desmantelamiento de la Cruz Roja en el país y la extinción y expropiación de sus bienes.