El 14 de julio se celebra la fiesta nacional de Francia, en honor a lo que significó el comienzo de la Revolución francesa en 1789 con la toma de la Bastilla y el derrocamiento de la monarquía en este país. Este año, como casi todos, el desfile militar en compañía con el presidente pasó por la avenida de los Campos Elíseos, con la particularidad de la presencia de una maliciosa reacción frente al alto mandatario.
En medio del desfile militar, que contó con la presencia de los aviones que pintaron la bandera francesa en el cielo, y diferentes divisiones de las fuerzas militares francesas, el presidente Macron fue testigo de afrentas en su contra. Aunque no pareció que fuera todo el tiempo, durante parte del trayecto del desfile Emmanuel Macron fue abucheado por la multitud que se encontraba por fuera de las barricadas.
Macron sabe que Francia se está enfrentando a una situación civil y de orden público difícil, después de que se presentaran varios días seguidos de protestas a lo largo del país con centenares de personas capturadas, daños a edificios oficiales e incendios a propiedad privada. Por eso, el presidente fue bastante precavido con la seguridad, que no podía hacer nada ante los gritos que pedían la dimisión del mandatario.
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El presidente, quien celebró la fiesta nacional con este mensaje “La Francia del 14 de julio es una Francia soberana, que brilla en Europa y en el mundo, dueña de su destino”, fue claro con las disposiciones de seguridad, reforzando la presencia de fuerza pública en las calles y ordenando la restricción de elementos como juegos pirotécnicos.
En total, el Ministerio del Interior francés indicó que más de 45.000 policías y gendarmes se movilizaron durante la noche del jueves, para garantizar la seguridad en vísperas de la fiesta nacional. Sin embargo, aparte de los miembros que participaron en el desfile, se estima que fueron aproximadamente 100.000 los policías que realizaron patrullaje en las calles francesas durante el día.
