El consumo de leche y sus derivados ha experimentado una caída del 6,5%, según datos proporcionados por el gremio de las principales industrias procesadoras, Asoleche, respaldado por la consultora de mercados Raddar. Además, durante el año anterior, el consumo también se redujo en un 9,7%.
Este descenso en el consumo de lácteos ha generado múltiples retos para las empresas del sector. Además, de las variaciones climáticas, los problemas de orden público y las dificultades con la infraestructura vial han empeorado la situación, especialmente en regiones como Cauca, Nariño, Valle del Cauca y Caquetá, donde se encuentran numerosos pequeños y medianos productores que enfrentan dificultades para comercializar sus productos.
Las empresas procesadoras de leche, como Alpina y Colanta, han reportado los desafíos que enfrentan. Alpina tuvo que suspender el acopio de leche en Cauca debido a la violencia en la región, lo que resultó en una pérdida de 500.000 litros de leche y escasez de algunos derivados lácteos, como la mantequilla.
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Por su parte, Colanta destaca que los cambios políticos generan incertidumbre en la economía de la región y señala que las familias de estratos socioeconómicos medio y bajo han disminuido su capacidad de compra debido al alto costo de los productos de la canasta familiar. La empresa enfatiza la necesidad de desarrollar una política pública para incrementar el consumo de lácteos, ya que esto beneficiaría tanto a los consumidores como a los productores. También menciona que, debido a la escasez de oferta local, es posible que en el futuro se vea obligada a importar un pequeño porcentaje de leche, al igual que lo hace con otras materias primas esenciales.
