El sábado 23 de noviembre de 2019, Colombia vivió un Paro Nacional, en el que participaron miles de personas en diferentes ciudades del país. Durante las protestas en la ciudad de Bogotá, un joven de 18 años fue herido cuando protestaba por el acceso a la educación pública.
Dilan Cruz fue herido por el capitán de la Policía, Manuel Cubillos, con una escopeta Mossberg, un arma que sería ‘no letal’. El hecho se registró en la calle 19, centro de Bogotá. Según el capitán, accionó el arma con la intención de dispersar al grupo de manifestantes y nunca con el fin de herir a alguien.
El joven fue auxiliado y trasladado a un centro asistencial con una herida en la cabeza, sin embargo, debido a la gravedad de su herida falleció en la noche del 25 de noviembre, dos días después de recibir el disparo.
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Luego de 4 años, la muerte de Dilan aún es investigada y para esta ocasión, un nuevo peritaje científico británico, realizado por Forensic Architecture, mencionó que habría errores en la valoración de la Fiscalía.
Según el análisis, el capitán le disparó al joven con la intención de herirlo.
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“Una vez construído el modelo 3D, situamos las cámaras en el modelo; las utilizamos para reconstruir el movimiento y posición de cada objeto y persona; reprodujimos al detalle el movimiento de la Fuerza Pública, civiles y objetos, procurando la exactitud geo-temporal del movimiento de cada actor. Analizamos con esta información, no sólo las hipótesis contenidas sino también la información registrada directamente de las cámaras, lo que nos llevó a la conclusión de que Cubillos siguió el movimiento de Dilan antes de disparar”.
De acuerdo con la conclusión, el homicidio no sería casual, si no que habría intención de herir al joven o causarle la muerte. Ahora será un juez quién tomé la decisión de quién tiene la razón.
