Foto: Carabinieri
La historia de Messina Denaro será, de alguna forma, una de las más recordadas de la historia de la mafia italiana, al ser prófugo por más de 30 años de la justicia en este país. Varios meses después de haber sido capturado por la Policía italiana, el último gran jefe de la mafia siciliana y el criminal más buscado del país falleció este lunes 25 de septiembre.
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Messina Denaro murió a sus 61 años debido a un cáncer de colon, el más mortal de todos, en una clínica de L’Aquila, en el centro de Italia. Su muerte deja un sinsabor a las familias de las víctimas y a las autoridades judiciales italianas, pues se llevó a la tumba todos los secretos que aún quedan por resolver sobre la mafia siciliana y su vida en la clandestinidad.
El capo italiano estuvo tres décadas prófugo, después de que en 1992 más de 300 mafiosos fueran condenados en lo que fue el proceso penal más grande en contra de la ‘Cosa Nostra’. Debido a su persecución, ordenó el asesinato del magistrado Giovanni Falcone, clave en este proceso, y desde ese momento se volvió invisible para las autoridades italianas.
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En enero de este año, Messina Denaro fue reconocido por una persona de inteligencia en un hospital de Palermo, a donde asistía, debido a sus quebrantos de salud, con una personalidad alterna. Allí fue interceptado y capturado, además de ratificado en su condena a cadena perpetua.
Su traslado a una región cercana a la capital romana se dio por motivos de seguridad, pero el mafioso seguía asistiendo al módulo de presos del Hospital de L’Aquila debido a su avanzada enfermedad. El alcalde de L’Aquila, Perluigi Biondi, lamentó que la muerte de Messina Denaro fuera el legado de una vida sin remordimientos ni arrepentimientos, y señaló la época de la mafia en Italia como “un capítulo doloroso de la historia reciente de nuestra Nación que no podemos borrar”.
