Foto: Cuenta de X de Nuevas Ideas
El pasado 10 de julio, Nayib Bukele se inscribió oficialmente ante el Tribunal Superior Electoral (TSE) como candidato a la presidencia de El Salvador, renunciando por seis meses a su cargo. Este domingo, 4 de febrero, sus aspiraciones electorales se hicieron realidad: fue reelecto como presidente de El Salvador.
Durante cinco años más, es decir, hasta 2029, Bukele seguirá siendo el máximo mandatario de su país, a pesar de las advertencias nacionales e internacionales de las irregularidades en su proceso electoral. Esto ha llevado a que organizaciones y políticos extranjeros lo identifiquen como una figura dictatorial.
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De acuerdo con Bukele, según afirmó en un trino en la noche del domingo, su victoria se habría dado con más del 85 % de los votos sobre los demás candidatos. Esta cifra, sin embargo, no estaría conectada en aquel momento con los resultados oficiales, pues no habían sido informados.
Apenas hasta esta mañana el TSE estaría publicando los resultados finales tras el procesamiento de todas las actas electorales. Estas cifras darían como definitivo ganador a Bukele con más del 83 % de los votos con más del 70 % de las mesas escrutadas. El presidente electo habría recibido 1.662.313 votos, en contraste con los 139.025 del segundo candidato en las listas.
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Además, Bukele aseguró que su partido político Nuevas Ideas se quedó con 58 de los 60 escaños en la Asamblea Legislativa. En medio de su discurso de victoria en el Palacio Nacional, el presidente electo habría hecho alarde de esto, diciendo que “es la primera vez que en un país existe un partido único en un sistema plenamente democrático; toda la oposición junta quedó pulverizada”.
Todo esto, a pesar de que, constitucionalmente, estaría prohibida una reelección en dos periodos directos para un presidente de la República, por lo que Bukele habría modificado a los magistrados del TSE para obtener esta aprobación sin consecuencias.