Foto: Naciones Unidas
Este jueves 22 de febrero, el secretario general de Médicos sin Fronteras (MSF), Christopher Lockyear, se presentó ante el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas para exigir acciones a las autoridades internacionales sobre lo que está ocurriendo en Gaza.
Haciendo énfasis en un alto al fuego inmediato y sostenido, Lockyear pidió también al Consejo que garanticen la protección inequívoca de las instalaciones médicas, el personal y los pacientes ante la militarización israelí del territorio. MSF ha denunciado varias violaciones de la ley internacional contra el sector de la salud en los últimos meses por parte de efectivos del Ejército de Israel.
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“Vivimos con miedo a una invasión terrestre”, le indicó el alto ejecutivo a los países miembros, asegurando que, desde la experiencia, las actividades de “defensa” aéreas de Israel han afectado a miembros de la organización incluso en los refugios que estos comparten con sus familiares.
Asimismo, asegura que las acciones militares de Israel no permiten la correcta prestación de servicios de salud en Gaza a sus trabajadores, señalando que “las fuerzas israelíes han atacado nuestros convoyes, han detenido a nuestro personal y han derribado nuestros vehículos, y los hospitales han sido bombardeados y asaltados”.
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“Este patrón de ataques es intencional o indica una incompetencia imprudente”, lamentó Lockyear ante el Consejo de Seguridad. “Esta situación es la culminación de una guerra que Israel está librando contra toda la población de la franja de Gaza: una guerra de castigo colectivo, una guerra sin reglas, una guerra a toda costa”, añadió, a pesar de la imparcialidad de la organización en los conflictos.
Frente a las acciones del Consejo de cara al conflicto, el jefe de MSF señaló que “reunión tras reunión, resolución tras resolución, este órgano ha fracasado a la hora de abordar efectivamente este conflicto, dilatando las decisiones mientras mueren civiles”.
