La Liga BetPlay del primer semestre termina esta noche con el partido de vuelta de la gran final entre Independiente Santa Fe y Atlético Bucaramanga. Los Cardenales reciben a los Búcaros en el Estadio El Campín de Bogotá luego de haber caído por la mínima en el Alfonso López. Los bogotanos van en busca de su décima estrella, mientras que los bumangueses sueñan con la primera. El encuentro comienza a las 7:30 p. m.
Bucaramanga sacó ventaja en el juego de ida: el equipo que dirige el venezolano Rafael Dudamel venció 1 – 0 a Santa Fe en el Estadio Alfonso López -que pronto cambiará su nombre a “José Américo Montanini”, en honor al máximo ídolo Leopardo- gracias a un gol de Fredy Hinestroza y le cumplió a su hinchada al sacar el triunfo en condición de local. Sin embargo, los bumangueses son conscientes de que esta diferencia es muy corta como para pensar que ya pueden celebrar su primera estrella.

Santa Fe, por otro lado, es quien llega con necesidad al partido de vuelta: los Cardenales están obligados a ganar para, por lo menos, llevar la final a la definición por los tiros penales. El director técnico del equipo bogotano, Pablo Peirano, expresó que la diferencia es corta y que la serie está abierta, algo que es cierto, pero el equipo bumangués no ha perdido en El Campín en los tres juegos que ha disputado allí este año. Si bien para los Leopardos será un reto sostener la ventaja conseguida en Bucaramanga, para los bogotanos será difícil igualar el global ante el equipo que menos goles ha recibido en el campeonato.
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Después de la invasión de campo tras el partido de ida y la denuncia de agresiones de parte de la logística del Alfonso López a integrantes de la comitiva de Santa Fe, el presidente del club Cardenal, Eduardo Méndez, anunció que no permitiría el ingreso de hinchas visitantes al juego de vuelta. Sin embargo, el alcalde de Bogotá, Carlos Fernando Galán, confirmó que sí habrá un sector del estadio reservado para los fanáticos del Leopardo, como lo hubo para los santafereños en Bucaramanga, por lo que habrá una fiesta en las tribunas con los colores de ambos equipos.