Los fiscales han acusado de asesinato a dos hombres en Houston, sospechosos de matar a Jocelyn Nungaray, una niña de 12 años. Johan José Rangel Martínez, de 21 años, y Franklin José Peña Ramos, de 26, enfrentan cargos que podrían llevarles a la pena de muerte. La fiscalía del condado de Harris, Texas, aún no ha nombrado abogados para los acusados.
Jocelyn fue encontrada muerta en un arroyo cercano a su casa después de que se reportara su desaparición mientras caminaba a una tienda de abarrotes. El forense determinó que la causa de la muerte fue estrangulamiento. La policía detuvo a Martínez y Ramos tras ver un video de vigilancia que mostraba a dos hombres acercándose a Jocelyn y acompañándola a una tienda. Según las autoridades, los tres caminaron juntos hasta un puente, donde la niña fue asesinada.
Martínez y Ramos, ambos ciudadanos venezolanos, ingresaron a Estados Unidos sin autorización en marzo. Fueron detenidos y liberados posteriormente con órdenes de comparecer en la corte. Los documentos judiciales revelan que los sospechosos atrajeron a Jocelyn bajo un puente, donde la mantuvieron durante más de dos horas antes de matarla y arrojar su cuerpo al arroyo. Los resultados de un peritaje de agresión sexual aún están pendientes, y no se sabe si Jocelyn conocía a los hombres. Su madre, Alexis Nungaray, declaró que no los reconoce.
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El juez estatal de distrito, Josh Hill, estableció una fianza de 10 millones de dólares para Martínez y Ramos. La fiscalía reveló que Martínez intentaba huir del país después de la muerte de Jocelyn, según pruebas encontradas en su teléfono. La trágica muerte de Jocelyn ha conmocionado a la comunidad, y su madre expresó su dolor diciendo: «Mi bebé no se merecía esto en absoluto.»