Tres personas que habían iniciado los trámites para recibir la eutanasia han renunciado a seguir con el proceso tras someterse a una cirugía experimental en el Hospital del Mar en Barcarlona, esta intervención ha logrado aliviar el dolor neuropático intenso que sufrían, un tipo de dolor causado por el propio sistema nervioso en ausencia de estímulos externos dolorosos.
Ninguno de los tratamientos convencionales que habían recibido previamente había logrado ofrecerles alivio.
A los pacientes se les aplicó una técnica experimental de estimulación cerebral profunda mediante la implantación de electrodos en el cíngulo anterior, uno en cada hemisferio del cerebro, esta estructura cerebral, situada por debajo del córtex, está relacionada con el componente afectivo del dolor, es decir, cómo cada persona experimenta y siente el dolor. Los resultados de esta intervención se han publicado en la revista médica Neuromodulation, destacando la significativa mejora en la calidad de vida de los pacientes.
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El artículo publicado subraya que, en países donde se permite la eutanasia, los comités de ética deberían considerar tratamientos con resultados positivos, incluso si tienen baja evidencia científica. Esta situación plantea una nueva perspectiva sobre el manejo del dolor crónico y la búsqueda de alternativas que puedan ofrecer esperanza a quienes sufren.
