Gustavo Petro, un presidente en la cuerda floja
El 23 de mayo de 2025, un fresco informe de CB Consultora Opinión Pública puso de manifiesto un dato inquietante para el presidente colombiano, Gustavo Petro. Según este estudio, que recoge la percepción ciudadana en toda Sudamérica, Petro se encuentra en el séptimo lugar entre los diez jefes de Estado con peor imagen en la región. La desaprobación hacia su gestión alcanza un contundente 59,7%, mientras que su imagen positiva se queda en 37,2%. Este panorama no solo refleja un desafío para el mandatario, sino que evidencia una crisis de confianza que podría erosionar su capacidad de liderazgo.
El estudio, realizado entre el 19 y el 22 de mayo de 2025, se apoyó en encuestas digitales autoadministradas (CAWI) llevadas a cabo con 12.512 mayores de edad distribuidos en los diez países sudamericanos. En Colombia, la muestra fue de 1.286 casos, con un margen de error del 2,7%, lo que da robustez estadística a estos números que no dejan lugar a la indiferencia.
En el gráfico regional, Petro solo supera en desaprobación a figuras como Nicolás Maduro en Venezuela, Luis Arce de Bolivia y Dina Boluarte en Perú. Boluarte, lamentablemente, encabeza esta lista negra con un 75,1% de opiniones desfavorables, seguida por Arce con un 72% y Maduro con un 68%. Por encima de las críticas a Petro se encuentran nombres como Gabriel Boric en Chile, con el 55,7% de desaprobación, y Santiago Peña en Paraguay. Completan el grupo Luiz Inácio Lula da Silva en Brasil, Yamandú Orsi en Uruguay, Javier Milei en Argentina y Daniel Noboa en Ecuador, cuyas cifras reflejan diversos grados de desgaste político en sus países.
Curiosamente, Daniel Noboa, presidente de Ecuador, emerge como un rayo de esperanza en esta fotografía regional, encabezando la lista de imagen positiva con un respaldo del 52,1%. Le siguen Javier Milei en Argentina y Yamandú Orsi en Uruguay, indicadores de que aún hay líderes que mantienen conexión con sus ciudadanos en tiempos turbulentos.
¿Por qué este rechazo hacia Gustavo Petro? Más allá de cifras y porcentajes, la desaprobación parece arraigarse en un creciente desencanto social, donde las promesas de cambio chocan con realidades complejas y expectativas insatisfechas. Mientras tanto, la ciudadanía colombiana observa, pregunta y espera si este momento de duda se transformará en un punto de inflexión o en una reflexión prolongada sobre el rumbo del país.
En definitiva, la imagen del presidente Petro no es solo un dato estadístico, sino un reflejo de un tiempo difícil para Colombia y la región. La aceptación o el rechazo a un liderazgo, tal como lo muestra CB Consultora, es una fotografía en movimiento, marcada por la incertidumbre y la exigencia constante de resultados. ¿Será posible revertir esta percepción y restaurar la confianza perdida? La respuesta, por ahora, sigue en el aire.