# ¿Listos para la carrera presidencial?
El pulso electoral en Colombia se pone en marcha. Este miércoles 29 de mayo de 2024 en Bogotá, el Registrador Nacional, Hernán Penagos, dio a conocer el calendario oficial de cara a las elecciones presidenciales de 2026. Un cronograma que marcará cada paso de una contienda que ya empieza a perfilarse con nombres y estrategias claras.
El punto de partida será el **31 de mayo de 2025**, apenas dos días después de este anuncio, cuando los aspirantes podrán inscribir sus comités y comenzar la recolección de firmas como respaldo ciudadano para avalar sus candidaturas. Esta etapa es fundamental: hasta el **17 de diciembre de 2025** se podrá reunir el apoyo mínimo exigido para quienes optan por la vía independiente o grupos significativos de ciudadanos, un mecanismo que desafía el dominio de los partidos tradicionales y abre el juego político a nuevas fuerzas.
Entre los primeros en confirmar su participación están figuras reconocidas como **David Luna, Mauricio Lizcano, Mauricio Cárdenas y Claudia López**, quienes ya preparan sus inscripciones para iniciar la carrera hacia la Casa de Nariño. A ellos se suma el concejal bogotano **Juan Daniel Oviedo**, quien también hará uso de esta ruta, así como **Luis Gilberto Murillo**, que en mayo anunció su aspiración presidencial bajo la bandera del Partido Colombia Renaciente. Todos ellos perfilan una contienda que, además de nombres, se juega en la movilización ciudadana.
El propio Registrador Nacional alertó sobre un desafío clave: la abstención. “**Tenemos que trabajar con total determinación para derrotar la abstención electoral y hacer que los colombianos se animen a tomar decisiones y salgan a ejercer su derecho al voto**. Colombia es uno de los países que está por debajo de la media en materia de participación electoral”, advirtió Penagos, subrayando el riesgo de que el desinterés vulnere el proceso democrático.
En paralelo, la Registraduría intensificará la logística electoral estableciendo un mayor número de mesas de votación y reforzando la capacidad operativa, una apuesta por asegurar una jornada pacífica y confiable en medio de la incertidumbre política que domina el país. Así, la maquinaria electoral comienza a tomar forma, mientras Colombia, con sus desafíos sociales y políticos, se prepara para decidir quién tomará las riendas del poder en un escenario convulsionado y lleno de expectativas.
¿Podrán estas candidaturas independientes y emergentes renovar la política colombiana o el peso de las estructuras tradicionales seguirá marcando el pulso? La respuesta se escribe con el tiempo, los votos y la participación activa de una ciudadanía en busca de opciones reales.