Consulta Popular en Suspenso
Un llamado democrático que el Senado guardó silencio
Este domingo 1 de junio de 2025, venció el plazo impuesto por el ministro del Interior, Armando Benedetti, para que el Senado de la República se pronunciara sobre la consulta popular propuesta por el Gobierno del presidente Gustavo Petro. Sin embargo, la cámara alta no emitió ningún decreto al respecto, dejando en el aire una de las principales apuestas del Ejecutivo por un mayor protagonismo ciudadano.
La consulta popular, concebida como una herramienta legítima para fortalecer la voz del pueblo en asuntos nacionales, fue presentada con énfasis como un recurso constitucional. Pero la ausencia de una decisión concreta por parte del Senado —pese a la insistencia del Gobierno— representa un golpe político en un momento donde las tensiones y la polarización en el Congreso son evidentes.
Desde plataformas oficiales, el presidente Petro reafirmó la vigencia jurídica de la consulta: “Hoy por hoy, la consulta popular es decretable de acuerdo a la Constitución y la ley. El poder soberano no se puede acallar en una democracia”, escribió en su cuenta de X, insistiendo en que esta herramienta no solo es posible, sino necesaria para una democracia auténtica.
Previo al vencimiento del plazo, el ministro Benedetti había urgido a una definición clara, señalando la importancia de respetar los términos legales y democráticos. Sin embargo, varios actores clave dentro del Congreso optaron por no priorizar la convocatoria, evidenciando un desencuentro entre el Ejecutivo y el Legislativo sobre el modo y tiempos para fortalecer la participación ciudadana.
Expertos en derecho constitucional recuerdan que, aunque la Constitución contempla la figura de la consulta popular, el trámite formal corresponde a los órganos legislativos, quienes en esta ocasión no dieron luz verde a la iniciativa. Esto deja en el limbo jurídico y político la expectativa generada por el Gobierno y revela una tensión profunda entre la voluntad popular expresada en iniciativas gubernamentales y la dinámica parlamentaria.
Este episodio abre interrogantes sobre el futuro de la participación ciudadana en Colombia y pone en evidencia la complejidad de los equilibrios de poder en el contexto político actual. ¿Podrá un mecanismo como la consulta popular trascender las disputas y convertirse en un verdadero puente entre Gobierno y ciudadanos? La incertidumbre permanece mientras el país observa un Legislativo que, por ahora, opta por el silencio.
