Regulador europeo vincula a Ozempic con rara enfermedad

¿Alerta en la mirada?

En la madrugada del pasado viernes 6 de junio de 2025, desde Bruselas llegó una noticia que puso en alerta a quienes utilizan ciertos medicamentos para la diabetes. La Agencia Europea de Medicamentos (EMA) confirmó que la semaglutida, principio activo presente en fármacos como Ozempic, Wegovy y Rybelsus, está vinculada a un peculiar y preocupante efecto secundario: la neuropatía óptica isquémica anterior no arterítica (NAION), una enfermedad ocular tan rara como grave, capaz de provocar una pérdida de visión repentina e indolora.

La alerta no surge en el vacío. El Comité de Seguridad de la EMA analizó exhaustivamente una serie de estudios epidemiológicos con miles de pacientes y detectó que los adultos con diabetes tipo 2 que toman semaglutida enfrentan cerca del doble de riesgo de desarrollar esta neuropatía en comparación con quienes no utilizan este medicamento. Sin embargo, y aquí se encuentra la paradoja, la agencia insiste en que este efecto adverso es muy raro, con una incidencia estimada en apenas una de cada 10,000 personas que consumen estos tratamientos.

Bajo la mirada atenta de la EMA, la NAION se describe como una condición marcada por una insuficiencia en el flujo sanguíneo hacia el nervio óptico. No es un mal común: ocupa el segundo lugar entre las causas de ceguera por daño en este nervio, sólo detrás del glaucoma. Pero su llegada inesperada a pacientes confiados en semaglutida invita a la reflexión sobre los riesgos ocultos tras los remedios modernos.

Por ello, el Comité de Seguridad ha recomendado una actualización urgente en la información de producto de todos los fármacos que contienen semaglutida, para incluir esta neuropatía ocular como un efecto secundario con frecuencia muy rara. Este cambio deberá ser ratificado por el Comité de Productos de Uso Humano y pasar luego a la Comisión Europea, que definirá su obligatoriedad para todos los países miembros.

Mientras tanto, la EMA y las autoridades sanitarias advierten a los pacientes diabéticos sobre la importancia de reportar inmediatamente cualquier pérdida súbita de visión, por leve que sea. La incertidumbre persiste en torno a cómo y por qué la semaglutida puede erosionar la salud ocular de una forma tan sutil y silenciosa.

Esta advertencia plantea inquietudes sobre el delicado equilibrio entre innovación médica y seguridad. ¿Podrán las instituciones garantizar que la búsqueda por controlar la diabetes no provoque daños inesperados? A partir de ahora, el mundo de la salud deberá mirar con más cuidado, quizá con un cierto recelo, hacia el futuro de estos tratamientos. El riesgo, aunque muy raro, recuerda que ninguna cura está exenta de sombras.

Comparte en tus redes sociales

0 0 Votos
Puntua este contenido
guest
0 Comentarios
Más antiguo
Lo más nuevo Más votado
Comentarios en línea
Ver todos los comentarios