📸 Cortesía: Óscar Berrocal / Agencia Kronos
«`htmlAMOR QUE SIEMBRA ESPERANZA
El pasado sábado 14 de junio de 2025, en la ciudad de Barranquilla, el futbolista colombiano Luis Díaz unió su destino en matrimonio con Geraldine Ponce en una ceremonia que trascendió lo romántico para convertirse en un acto de compromiso social.
La iglesia Inmaculada Concepción, escenario donde Díaz comenzó su carrera profesional, fue testigo de esta celebración cargada de simbolismos. La pareja prefirió que sus allegados no trajeran obsequios materiales, sino que los invitados, en su lugar, realizaran donaciones para la Fundación Sembrando Esperanza, una organización impulsada por el propio futbolista para apoyar a niños y adolescentes en situación de vulnerabilidad en Barrancas, La Guajira, su tierra natal.
La planificación del evento estuvo a cargo del reconocido wedding planner Andrés Cardona, quien logró combinar elegancia y emotividad en cada detalle. La boda reunió a figuras destacadas del fútbol y la música, incluyendo artistas internacionales como Blessd y Silvestre Dangond, además de colegas futbolistas como Jorge Arias, Fabinho y Juan Guillermo Cuadrado. No obstante, la ausencia de James Rodríguez, capitán de la Selección Colombia, por compromisos comerciales en Estados Unidos, fue una sombra que algunos notaron.
En las tarjetas de invitación, Luis Díaz y Geraldine Ponce expresaron claramente su deseo: el amor que se celebra ese día debía traducirse en esperanza para quienes más lo necesitan. La Fundación Sembrando Esperanza, fundada en 2019, se ha enfocado en brindar oportunidades deportivas y educativas a menores en una región marcada por profundas desigualdades. Esa petición de donaciones en vez de regalos no solo dio sentido a la boda sino también provocó un gesto colectivo de solidaridad.
Este acto, sencillo en apariencia pero cargado de significado, invita a reflexionar sobre cómo las celebraciones pueden trascender lo íntimo para conmover y movilizar a toda una comunidad. La pregunta que queda flotando es si otras figuras públicas seguirán sembrando ese mismo compromiso social más allá de la fama y el deporte.
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