«`html¿PUEDE UN RESPIRO CAMBIARLO TODO?
En medio de la vorágine diaria y la avalancha de datos, detenerse parece un lujo. Pero este martes 24 de junio de 2025 en Colombia, expertos en salud mental lanzan una advertencia tan sencilla como urgente: para cuidar la mente y mantener el enfoque, es vital recuperar la pausa y el silencio en entornos laborales y académicos.
La evidencia no deja lugar a dudas. Diversos estudios y recomendaciones de entidades especializadas coinciden en que la sobrecarga mental, consecuencia directa del bombardeo constante de información, provoca síntomas que van desde la fatiga hasta la ansiedad y el bloqueo creativo. Frente a este desafío, la propuesta es clara: incorporar hábitos que permitan desconectar y reencontrarse con el presente, entre ellos la respiración consciente, las pausas activas y la desconexión de pantallas.
¿Qué significa esto en la práctica? Tomar “micropausas” de apenas cinco minutos para respirar profundo o simplemente dar un paseo sin teléfono, según asegura un artículo de Sectorial, puede restablecer el enfoque y aliviar la tensión mental casi al instante. Este tipo de estrategias no sólo buscan mejorar la productividad, sino también preservar el bienestar emocional frente al estrés cotidiano.
Las recomendaciones de los especialistas colombianos y estudios recientes señalan cinco prácticas clave para despejar la mente y revitalizar el pensamiento:
* Respiración profunda y consciente: Inhalar y exhalar lentamente activa el sistema nervioso parasimpático, un mecanismo natural para calmar el cuerpo y la mente, disminuyendo el estrés y la ansiedad.
* Tomar una pausa y cambiar de entorno: Alejarse brevemente del espacio de trabajo permite un “reset” cerebral, que favorece la creatividad y la claridad al retomar la tarea.
* Desconectar de las pantallas: Apagar dispositivos electrónicos por unos minutos reduce la sobreestimulación y facilita el descanso mental necesario para un rendimiento óptimo.
* Escribir pensamientos y emociones: Volcar en papel las ideas pendientes o los sentimientos libera espacio mental y ayuda a organizar mejor el pensamiento.
* Dedicarse a actividades creativas o de baja exigencia: Realizar acciones simples como dibujar o escuchar música propicia un estado de relajación y renovación cognitiva.
En una sociedad donde la información circula sin pausa y el estrés se convierte en una constante invisible, estas prácticas se erigen como guardianas silenciosas de una salud mental que muchos olvidan cuidar. La invitación de los expertos no es un llamado abstracto, sino una encomienda tangible: detenerse para avanzar.
Con la mirada puesta en el bienestar colectivo, la reflexión queda abierta. Frente al creciente ritmo impuesto por el mundo digital y las exigencias del día a día, ¿seremos capaces de escuchar el susurro de nuestra propia respiración y hacer de la pausa una herramienta de vida?
«`