Reforma laboral lista para sanción presidencial

📸Cortesía: César Melgarejo

UN ANTES Y UN DESPUÉS EN EL TRABAJO: LA REFORMA LABORAL EN COLOMBIA YA ES LEY
Este miércoles 25 de junio de 2025, la Casa de Nariño en Bogotá se convirtió en testigo del acto solemne en el que el presidente Gustavo Petro firmó la tan esperada reforma laboral, tras su aprobación en las plenarias del Senado y la Cámara de Representantes. Más que un acto protocolar, este momento simboliza una apuesta social fundamental del actual gobierno, resultado de extensos debates, tensiones y acuerdos con múltiples sectores políticos y sociales que dieron forma a una legislación inédita en el país.

La reforma, que integra más de 70 artículos, no se limita a pequeños ajustes sino que plantea transformaciones sustanciales en la relación laboral colombiana. Entre los cambios más destacados está la gradual elevación del recargo por trabajo en domingos y festivos: un 80% para 2025, 90% en 2026 y un definitivo 100% a partir de 2027. Esta medida busca reconocer de manera justa el sacrificio de quienes trabajan cuando la mayoría descansa. Además, se amplía el horario nocturno para efectos de recargos, ahora válido desde las 7 de la noche hasta las 6 de la mañana — un beneficio extendido sin distinción alguna a trabajadores de empresas pequeñas o medianas.

Pero no son sólo los horarios lo que cambia; el contrato a término indefinido se convierte en la norma general, una decisión que limita la proliferación de contratos temporales y redefine las condiciones para los vínculos laborales por obra o labor. Esto representa un giro que busca formalizar el empleo y brindar mayor estabilidad al trabajador. En sintonía con esta visión, los aprendices del SENA recuperan un estatus laboral formal, con derechos y obligaciones claras, un reconocimiento a su contribución y formación profesional.

El texto también introduce nuevos permisos remunerados y establece incentivos para quienes generen empleo formal, buscando fomentar la creación de trabajo digno. Por otra parte, adapta la legislación a la realidad tecnológica actual incluyendo regulaciones para diversas modalidades de teletrabajo: autónomo, móvil, híbrido, transnacional y temporal. Esta diversidad refleja un intento por adecuar las normativas tradicionales a una realidad laboral en evolución acelerada.

La reforma laboral, resultado de un minucioso proceso de concertación, no está exenta de controversias. Por un lado, se celebra como un avance que responde a demandas históricas de los trabajadores; por otro, despierta inquietudes entre sectores empresariales y políticos que temen un impacto en la generación de empleo formal. La ciudadanía observa con atención cómo se implementarán estas nuevas reglas en un país acostumbrado a la flexibilización laboral y a la informalidad estructural.

¿Podrá esta reforma, con sus promesas de estabilidad y justicia laboral, transformar realmente la vida de millones de colombianos? ¿O se enfrentará a nuevos obstáculos en su aplicación que dilaten su impacto? Mientras tanto, el 25 de junio de 2025 quedó marcado como un día en que Colombia decidió rediseñar el contrato social entre empleadores y trabajadores, con la esperanza de un futuro más equitativo.

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