📸 Cortesía: red social X
¿Elecciones a riesgo?
Este 11 de julio de 2025, desde su cuenta en redes sociales, el expresidente Álvaro Uribe Vélez lanzó un llamado de alerta que sacude el ambiente político colombiano. En vísperas de las elecciones presidenciales y legislativas de 2026, Uribe advierte sobre lo que considera tres amenazas que podrían socavar el proceso democrático: la presión de grupos armados ilegales, el uso político de subsidios estatales y la intensificación de la compra de votos.
El exmandatario no escatimó en señalar que su partido, el Centro Democrático, ha sido víctima de “presiones constantes” durante los períodos electorales, aunque evitó señalar con claridad a los actores responsables. “El Centro Democrático y yo hemos padecido esas presiones en todo momento y en elecciones”, afirmó, subrayando que los riesgos para la democracia en 2026 alcanzan una magnitud inédita, dada la legitimidad que, según su visión, han acumulado grupos violentos y clientelistas bajo el actual gobierno.
En el centro de estas denuncias está el supuesto uso de los llamados “subsidios electorales”, atribuibles al gobierno de Gustavo Petro. Uribe plantea que programas sociales y ayudas económicas no están siendo exclusivamente herramientas de apoyo social, sino puestas al servicio de la estrategia electoral para influir en las comunidades más vulnerables. Sin embargo, estas acusaciones no han venido acompañadas de pruebas concretas, dejando abierta la interpretación sobre el alcance real de estas prácticas.
Por último, el exmandatario puso en el foco la compra de votos y mencionó la operación con bonos, sin detallar a qué tipo de bonos se refirió ni quiénes estarían detrás de estas maniobras. La falta de transparencia en la financiación de las campañas electorales resuena como un llamado a la vigilancia ciudadana y a la responsabilidad institucional para esclarecer estos señalamientos.
Mientras la temperatura política se eleva, la advertencia de Uribe instala una inquietud más profunda: ¿están las estructuras democráticas colombianas suficientemente blindadas contra estas amenazas? El camino hacia 2026 parece trazado entre sombras y desafíos que invitan a la sociedad a no cerrar los ojos. ¿Podrá la democracia colombiana resistir esta encrucijada?