📸 Cortesía: Ministerio de Comercio, Industria y Turismo
¿Acero en peligro: la crisis que funde la industria colombiana?
Julio de 2025. Colombia enfrenta una tormenta inesperada y peligrosa para uno de sus pilares productivos: la industria siderúrgica. La conjunción de una caída abrupta en la demanda interna y la avalancha de importaciones en condiciones que los propios productores califican de desleales, ha encendido las alarmas en todo el país.
Los más de 50.000 empleos directos e indirectos que dependen de esta industria están en jaque. Así lo advierte con preocupación la Cámara Colombiana de Productores de Acero, entidad vinculada a la ANDI, que no oculta su inquietud frente a una crisis que ya se perfila como la más aguda en la última década.
El problema no es solo local. El acero que llega a Colombia desde el exterior proviene en buena medida de países con sobrecapacidad instalada, es decir, que producen más de lo que su mercado interno demanda, y cuentan además con subsidios estatales que abaratan de manera artificial los precios. Este panorama ha provocado una caída en los precios del acero nacional, dificultando la competencia de los productores locales.
“La combinación de ambos factores —importaciones con precios artificialmente bajos y una demanda doméstica deprimida— ha configurado un escenario extremadamente desafiante para las empresas del sector”, señaló la ANDI en un comunicado del 14 de julio. La advertencia es clara: sin cambios, el sostenimiento de esos más de 50.000 empleos está en riesgo inminente.
Pero las dificultades no se limitan al exterior. En el interior del país, la crisis se profundiza con un desplome del sector de la construcción, uno de los principales consumidores de acero. El DANE reporta que en el primer trimestre de 2025, la actividad constructora cayó un 3,5% anual, con descensos que rozan el 7% en edificaciones residenciales y no residenciales. Más grave aún: el área iniciada en vivienda se contrajo un 13,2% frente al mismo periodo del año anterior.
Estos números no son solo estadísticas; impactan de manera concreta en la producción nacional de acero, que ya refleja una caída del 6% en lo corrido del año. Productos esenciales como el alambrón, indispensable para la construcción, han visto desplomarse su fabricación en un 17% respecto a los primeros meses de 2024.
La crisis siderúrgica colombiana invita a una reflexión profunda. ¿Cómo podrá sostenerse un sector emblemático en medio de presiones externas y una demanda interna en retirada? ¿Qué políticas serán necesarias para proteger el empleo y garantizar la estabilidad de una industria que, más que números, representa el sustento de miles de familias y la fortaleza de la economía nacional? Mientras tanto, el acero no solo enfrenta el frío de las importaciones, sino también el vacío creciente de un mercado doméstico que se contrae. ¿Habrá respuesta a tiempo o permaneceremos ante un futuro incierto y fragilizado?