📸 Imagen cortesía AFP
[UN NUEVO RUMBO, UNA GRAN EXPECTATIVA]
Este martes 22 de julio, Lisboa se convirtió en el escenario de un paso decisivo en la carrera de Richard Ríos, el mediocampista colombiano que arriba a las filas del Benfica tras un traspaso millonario desde Palmeiras.
El joven de 25 años, que destacó en la Copa América y el Mundial de Clubes, desembarcó en la capital portuguesa acompañado de directivos de su nuevo club, símbolo de la relevancia que tiene esta incorporación para el histórico Benfica. Fue recibido entre cánticos y saludos por un grupo de aficionados ansiosos de verle en acción, mientras da sus primeros pasos en el fútbol europeo.
La operación, cifrada en cerca de 30 millones de euros, figura entre las más altas efectuadas por el club luso y marca una apuesta ambiciosa en la construcción de su mediocampo. El acuerdo, cerrado tras conversaciones intensas en Brasil bajo la batuta del director ejecutivo Rui Pedro Braz, involucró además a Palmeiras, Flamengo y Guaraní en la distribución de derechos económicos, sumado a la participación de los agentes del jugador.
“Vengo a dejarlo todo por estos colores”, expresó Ríos con la determinación propia de quien sabe que esta chance es tanto un reto como una promesa. La expectativa se concentra ahora en cómo su llegada potenciará la creatividad y dinamismo en el centro del campo del Benfica, pieza clave en los planes deportivos del club.
Mientras en Colombia se sigue con atención este movimiento que representa no solo un avance personal para Ríos sino también un puente hacia nuevas posibilidades para el fútbol colombiano, Lisboa abre sus puertas a un talento que revive la esperanza y cuestiona: ¿Podrá este fichaje romper viejos moldes y brillar en la exigente competencia europea? La respuesta, como siempre, será una ecuación entre espera, trabajo y tiempo.