📸 CortesĂa: AlcaldĂa de MedellĂn
[EL CHISPERO NO SE MUDE, SE RENUEVA]
Un barrio, catorce familias, una historia que no se pierde.
Este 2024, en El Poblado, MedellĂn, las familias fundadoras del barrio El Chispero ven renacer su hogar sin renunciar a sus raĂces.
El proyecto de reasentamiento, liderado por la AlcaldĂa de MedellĂn a travĂ©s de Fonvalmed e Isvimed, representa una innovaciĂłn nacional. Más de 3.000 millones de pesos se invierten en transformar el espacio que estas catorce familias han habitado por generaciones. La ampliaciĂłn de la avenida 34 con la loma de Los González impulsa esta renovaciĂłn, pero la clave está en que nadie tendrá que abandonar su territorio.
En lugar de desplazar, se apuesta por construir: un conjunto habitacional levantado en un lote dentro de la misma zona, con viviendas nuevas, clasificadas segĂşn las exigencias sociales del momento —VIP, VIS y No VIS—, adaptadas a las necesidades especĂficas de cada familia. Los planos arquitectĂłnicos y renders dan cuenta de un diseño que cumple con la ResoluciĂłn 0194 de 2025 del Ministerio de Vivienda, que impone nuevos estándares de sostenibilidad y eficiencia energĂ©tica. No es solo el domicilio lo que cambia, sino la manera de vivirlo, pensando en el ahorro de agua y energĂa sin comprometer la calidad.

“Es más que ladrillos, es el arraigo de quienes han escrito la historia de El Chispero”, explicĂł AngĂ©lica MarĂa Arias Loza, directora de Fonvalmed, en la socializaciĂłn del proyecto. Por su parte, Valentina Aguilar, directora de Isvimed, aclarĂł: “No hablamos de desplazamiento sino de dignidad, de permitir que estas familias sigan viviendo donde sus raĂces están profundamente enterradas”.
ÂżCĂłmo se logra? Fonvalmed aporta los recursos principales mientras las propias familias participan activamente en la adquisiciĂłn de sus nuevas viviendas. AsĂ, el proyecto se construye con la cooperaciĂłn de todos, en un mismo espacio transformado más que abandonado.
Mientras la ciudad crece y la modernidad toca sus calles, El Chispero demuestra que el progreso tambiĂ©n puede ser sinĂłnimo de continuidad. De una vez por todas, Âżpuede este ejemplo allanar el camino para proyectos de ciudad que respeten la memoria colectiva y el derecho al hogar? La respuesta empieza aquĂ, en un barrio que se rehĂşsa a desaparecer.