📸CortesĂa: red social X y Catalina Olaya / redes sociales veronica_guerrero
ÂżVuelo de confianza o de controversia?
Este lunes 1 de julio, Juliana Guerrero regresa al centro del debate pĂşblico tras ser anunciada como prĂłxima viceministra de Juventudes en el Ministerio de Igualdad, un cargo de peso en el Gobierno, pese a su juventud y falta de experiencia formal en el sector pĂşblico.
Juliana, apenas 23 años y sin tĂtulo universitario, saltĂł a la polĂ©mica semanas atrás por su protagonismo en un costoso viaje oficial entre el 19 y 20 de junio en el departamento del Cesar. En aquel desplazamiento, que desatĂł una ola de cuestionamientos, Guerrero utilizĂł aeronaves de la PolicĂa Nacional para un recorrido cuyo gasto cercano a los 120 millones de pesos ha sido calificado como un derroche irregular. Los vuelos comprendieron un trayecto en aviĂłn de Santa Marta a Valledupar y luego en helicĂłptero hasta Aguachica, en el marco de una supuesta asistencia a una sesiĂłn del Consejo Superior de la Universidad Popular del Cesar (UPC).
Sin embargo, investigaciones periodĂsticas y testimonios internos han puesto en duda esta versiĂłn oficial. El propĂłsito real habrĂa sido influir en una reforma estatutaria decisiva para permitir la reelecciĂłn de un rector cercano al Gobierno, un movimiento con claras implicaciones polĂticas y lejos de las justificaciones pĂşblicas que mostraban la agenda como un asunto reservado o de seguridad institucional, tal como defendieron el presidente Gustavo Petro y el ministro Armando Benedetti.
Este episodio ha provocado un vaciĂł de confianza y encendido las alarmas sobre la gestiĂłn de recursos pĂşblicos y la transparencia en el ejercicio del poder. Mientras la ProcuradurĂa y la ContralorĂa dilucidan las inconsistencias y el elevado costo de este viaje, la opiniĂłn pĂşblica observa con recelo una cĂşpula gubernamental que defiende a una joven funcionaria cuya designaciĂłn inminente como viceministra solo agrega tensiĂłn a un caso que, más allá de un vuelo polĂ©mico, simboliza un cuestionamiento profundo a las prioridades y prácticas del actual Gobierno.
ÂżPodrá la justicia y la Ă©tica polĂtica despegar por encima de estos nubarrones? Por ahora, las alas de la confianza se ven frágiles, y la ciudadanĂa espera respuestas que vayan más allá de los discursos oficiales.