Una Ecozona es una forma responsable de gestionar ambientalmente un territorio, preparándolo para la sostenibilidad y la adaptación al cambio climático. En este proceso participa activamente la comunidad, integrando temas como movilidad sostenible, agricultura urbana, manejo integral de residuos, consumo responsable, entre otros, lo que impulsa una verdadera economía circular.
“Dos elementos hacen significativo el proyecto: el trabajo colaborativo entre la comunidad y el Municipio (motor central y corazón de la Ecozona); y la apuesta por construir verdaderos cambios culturales en favor de la vida en todas sus expresiones”, destacó la Alcaldía de Envigado.
Este proyecto ha logrado avances importantes. Se han compartido conocimientos y se ha valorado el aporte de los líderes comunitarios, lo que ha permitido concretar acciones en huertas, jardines, pacas para bioexcretas, procesos de compostaje y, especialmente, en encuentros comunitarios.
“Gracias a ese trabajo colaborativo, hoy sumamos 350 unidades residenciales y 40 centros educativos vinculados. También participan fundaciones como Crear Unidos, Niños del Sol, ALFIME y Hogar María Isabel. Hacemos presencia en centros de encuentro ciudadano (Casa Linares, El Escobero, El Salado); en parques ambientales (La Heliodora, La Guayacana); y ahora también en un espacio hermoso, simbólico y lleno de vida y arte: la Casa de Débora Arango. Ha sido un encuentro entre dos miradas y dos haceres: el comunitario y el institucional”, indicó la administración municipal.
Finalmente, se resalta la transformación de más de tres mil toneladas de residuos orgánicos en sitio, así como otros avances que protegen el ecosistema y favorecen la presencia de especies polinizadoras, como las abejas, en los jardines, donde encuentran espacios adecuados para su reproducción y nutrición.