📸 Imagen cortesía: Presidencia de la República
**¿La política en familia?**
Un nombramiento que sacude los pasillos del poder.
Este 3 de septiembre de 2025, en Bogotá, el gobierno colombiano oficializó la llegada de Daniel Alberto Cuello Baute como asesor grado 5 en el Departamento Administrativo de la Presidencia de la República (DAPRE).
Daniel Alberto, hermano del influyente representante conservador Alfredo “Ape” Cuello, desembarca en un puesto estratégico al corazón del Ejecutivo. Su carrera pública arranca en 2017 y, hasta mayo pasado, ejercía como jefe de Control Disciplinario de la Aeronáutica Civil. Su hoja de vida, inicialmente publicada en el portal institucional, fue retirada y luego republicada pocas horas después, un detalle que no pasó desapercibido y señala la sensibilidad del nombramiento.
El cargo de asesor grado 5 no es un sillón cualquiera: involucra la evaluación de aspirantes a cargos públicos, la definición de líneas políticas para ministerios y la delicada tarea de negociar las llamadas “cuotas políticas”. Esta designación ocurre en medio de un proceso legislativo crucial, donde Alfredo “Ape” Cuello juega un papel fundamental en las negociaciones para las reformas que atraviesan el Congreso.
¿Es solo una coincidencia familiar o un reflejo de prácticas políticas que trascienden lo institucional? La cercanía entre el nuevo asesor y un congresista clave en negociaciones gubernamentales invita a preguntas sobre la transparencia y el balance en el manejo del poder.
Mientras tanto, la ciudadanía observa con atención. El nombramiento se inserta en un contexto donde la confianza en las instituciones parece erosionarse, y donde cada movimiento dentro del Ejecutivo suscita dudas sobre su verdadera independencia.
¿Podrán las instituciones garantizar que este nombramiento responda solo al mérito y no a lazos políticos? La sombra de la politización del empleo público vuelve a abrir un debate que no parece tener fin.