📸 Cortesía: Senado / Colprensa
Abrazo protocolario entre senadora Sandra Ramírez y magistrado Carlos Camargo genera polémica en el Senado
El pasado 3 de septiembre de 2025, el saludo afectuoso de la senadora del Partido Comunes, Sandra Ramírez, hacia el recién electo magistrado de la Corte Constitucional, Carlos Camargo, desató una controversia política tras la sesión plenaria del Senado en Bogotá. Ramírez fue cuestionada por sectores afines al gobierno de Gustavo Petro, aunque ella aclaró que no hubo delito en su gesto y lo definió como un acto de diplomacia institucional.
El abrazo, captado en video y difundido ampliamente en redes sociales, generó críticas a la senadora, quien enfatizó en su cuenta de Instagram: “Ofrezco mis disculpas por quienes se han sentido en cierta medida defraudados y afectados por la foto que circula en redes en la que le doy un abrazo al doctor Camargo. Debo aclarar que mi voto fue por la doctora Balanta, hemos sido leales a este Gobierno, este es un acto de diplomacia que sucede en el Congreso cuando ocurre un acto de esta magnitud.”
La elección de Carlos Camargo como magistrado se realizó con 62 votos frente a 42 de María Patricia Balanta, en una votación que evidenció fracturas dentro del Senado, especialmente entre las bancadas oficialistas. El gesto de Ramírez, junto a felicitaciones similares de otras senadoras, fue interpretado por algunos como respaldo político, lo que motivó comentarios críticos, incluso denuncias de traición al progresismo por figuras como Gustavo Bolívar.
Sandra Ramírez insistió en separar el saludo protocolario de su postura política: “En medio de la elección del magistrado Camargo son muchas las especulaciones que han surgido, pero reitero que este acto responde a un protocolo institucional y no a un apoyo político.” De acuerdo con ella, estas acciones son comunes en el Congreso y buscan mantener la diplomacia entre sus miembros.
La polémica resalta las tensiones internas del oficialismo en el Senado y la delicada relación entre la política y el protocolo en actos públicos. La senadora hizo un llamado a la comunidad política para no judicializar gestos institucionales y seguir construyendo –a pesar de las diferencias– la gobernabilidad del país.