📸 Imagen cortesía Policía Antioquia
[CAPTURA EN FLAGRANCIA DESGARRA LA RED DE MICROTRÁFICO EN RIONEGRO]
Un rostro conocido en la sombra cayó en la madrugada de septiembre en Rionegro, Oriente antioqueño. Alias «Juan», señalado como un engranaje clave del Clan del Golfo, fue capturado mientras gestionaba la venta de drogas en la rural vereda La Mosquita.
La Policía Nacional dio ese golpe certero contra la subestructura Génner Morales, que desde hace años ha envenenado la región con microtráfico y extorsión. En el operativo, con sigilosas labores de seguimiento y coordinación institucional, se incautaron 45 gramos de clorhidrato de cocaína y 48 gramos de marihuana, paquetes listos para alimentar un negocio ilegal voraz y sangriento.
«Juan», hijo de Rionegro, no era un simple expendio: su papel en la red criminal lo convertía en un actor que alimentaba las fuentes financieras del Clan en la zona rural. Su captura, anunciada por una voz oficial de la Policía, no solo desbarata esa cadena clandestina, sino que golpea directamente las finanzas de uno de los grupos armados más poderosos de Antioquia.
Este arresto es apenas un eslabón en una lucha mayor. En 2025, Antioquia ha visto la caída de más de 220 integrantes de esta organización, la mayoría ligados al microtráfico y la violencia. Cada captura, cada operación, reconstruye lentamente un mapa de justicia y esperanza en territorios donde la sombra parecía imbatible.
Alias «Juan» fue entregado a la Fiscalía, frente a un sistema judicial llamado a esclarecer y sancionar. Sin embargo, el camino es largo y complejo, porque tras cada arresto, la pregunta persiste: ¿hasta cuándo podrá la región liberarse de estas redes que sembraron el miedo y el vacío?
En un Antioquia que resiste, esta captura es una chispa más en la lucha contra las economías ilícitas. Pero el dolor y la incertidumbre que deja el microtráfico permanecen, como la lluvia que no cesa sobre las montañas de La Mosquita. ¿Habrá justicia que alcance para romper definitivamente estas cadenas?