📸 Imagen cortesía D.R.A
[Un reencuentro con la vida en el Golfo de Urabá]
Este martes 9 de septiembre de 2025, el alivio llegó al Urabá antioqueño cuando la Armada Nacional rescató con vida a cuatro jóvenes desaparecidos en altamar.
El domingo 7 de septiembre, en la madrugada, Eli Rodríguez, Kevin Mestre, Albeiro Reyes y Santiago Guerrero zarparon desde el corregimiento El Totumo, en Necoclí, a bordo de una frágil lancha llamada “La Pitufa”. Su destino era San Francisco, en el vecino Chocó. Sin embargo, aquel viaje se convirtió en una angustiosa espera: en la ruta, el silencio de la comunicación dejó un vacío oscuro y silencioso, que desató la alarma entre familiares y comunidad.
Durante más de cuarenta horas, pescadores locales, habitantes de la región y la Armada Nacional desplegaron una intensa búsqueda en las aguas del Golfo de Urabá y el Darién chocoano. La lancha, equipada con un modesto motor de 15 caballos de fuerza, se había convertido en una esperanza perdida. “Fue un trabajo coordinado, gracias a un plan de búsqueda activado de inmediato, que nuestros equipos de guardacostas lograron la ubicación y rescate”, relató el capitán de corbeta Yesid Sanabria Melo.
Cuando finalmente aparecieron, cansados y con signos evidentes de deshidratación pero ilesos, la emoción se mezcló con la certeza de que la fragilidad humana había sido preservada en medio del mar. La rápida atención médica confirmaba que, pese a la prueba vivida, los cuatro jóvenes están fuera de peligro.
Este episodio no solo revela la vulnerabilidad de quienes transitan esas aguas, sino también cómo la comunidad y sus instituciones se unen frente a la incertidumbre. A partir de ahora, quedará la pregunta inevitable: ¿Qué pasa con la seguridad en esas rutas que conectan Antioquia y Chocó? ¿Podrán estas tierras encontrar estabilidad lejos del miedo y la ausencia? Entretanto, la memoria de esos días en el Golfo de Urabá permanecerá como un llamado a la vigilancia y al cuidado que merecen sus habitantes.
