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¿Revancha o vuelo final?
Este martes 9 de septiembre de 2025, en la recta final del camino hacia el Mundial 2026, Sudamérica se apronta a vivir una noche cargada de tensión y esperanza. Venezuela y Bolivia, en un duelo a vida o muerte futbolística, definirán quién conquistará el último boleto al repechaje intercontinental, esa última puerta hacia la gloria planetaria.
La batalla sucede en dos frentes: la Vinotinto, instalada en la séptima plaza con 18 puntos y un invicto imponente en su feudo de Maturín, recibe a Colombia en el Monumental a las 6:30 p.m. hora local. Un empate o un triunfo les basta para asegurar el repechaje sin depender de otros resultados. Mientras tanto, Bolivia, con 17 puntos y consciente de su desventaja, afronta su propia odisea en la altura de El Alto frente a Brasil. Solo una victoria acompañada de la derrota venezolana le daría la última opción de soñar con la cita mundialista.
Fernando Batista, estratega venezolano, no oculta la carga emotiva: “Llegamos al desenlace con la ilusión intacta y la responsabilidad de escribir un nuevo capítulo en nuestra historia. En Maturín, demostramos fortaleza durante toda la eliminatoria”. Las palabras del técnico reflejan la vulnerabilidad y al mismo tiempo la convicción firme de un equipo que ha hecho de su casa un verdadero fortín.
Para Bolivia, la misión es titánica. “Sabemos que dependemos de un milagro,” confiesa el ambiente en La Verde, conscientes de que solo la conjunción de su victoria y un tropiezo de Venezuela abriría el camino. La diferencia de goles —-7 para Venezuela frente a -19 para Bolivia— amplía el margen a favor de la Vinotinto, haciendo la tarea aún más cuesta arriba para los bolivianos.
Así, Sudamérica se prepara para una jornada donde no solo se juegan puntos, sino sueños y destinos. ¿Será esta noche la última frontera que cruce Venezuela hacia la redención mundialista? ¿O la persistencia boliviana forzará un inesperado giro en el guion? Al caer el sol, el fútbol dictará sentencia mientras las emociones se instalan, en un puño apretado y la esperanza que nunca muere.