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¿Revancha a la altura de un continente?
Este martes 9 de septiembre de 2025, la emoción y la incertidumbre del fútbol sudamericano alcanzaron su punto culminante en un capítulo que definió el destino rumbo al Mundial de 2026.
En un recorrido que comenzó hace casi dos años, en septiembre de 2023, las diez selecciones de la Conmebol —Argentina, Ecuador, Colombia, Uruguay, Brasil, Paraguay, Bolivia, Venezuela, Perú y Chile— se enfrentaron en el clásico formato de “todos contra todos”, distribuyendo sus encuentros por estadios de toda la región. Un sistema de altos riesgos y grandes pasiones, que ofrecía seis plazas directas para la cita planetaria y un codiciado pase al repechaje intercontinental.
La jornada final no defraudó. Bolivia, con un gol que retumbó en La Paz, sorprendió al gigante brasileño con un 1-0 que no solo se celebró como un triunfo, sino como la llave que abrió la puerta del repechaje mundialista. Una proeza que contrasta con la caída de Venezuela, que tras caer goleada 6-3 en Maturín frente a Colombia, vio esfumarse su última esperanza. La Vinotinto, herida y desconsolada, quedó fuera del sueño. Mientras tanto, la Tricolor colombiana firmó una de sus mejores campañas en años, afianzándose en la tercera posición gracias a una contundente victoria que alegró a su afición.
En la cima del continente, Argentina selló su dominio. Pese a perder en la última fecha ante Ecuador en Quito, cerró con una autoridad indiscutible: 38 puntos y una diferencia de gol de +21, reflejo de una campaña sólida y consistente. Ecuador, por su parte, confirmó su ascenso al quedar segundo con 29 puntos, coronando su esfuerzo con un triunfo ante el campeón vigente y alcanzando un nuevo récord personal en eliminatorias.
Este lunes no solo se definió una tabla, sino que se trazó el mapa del futuro futbolístico sudamericano en la antesala del Mundial 2026. Bolivia, con su inesperada victoria, encendió la esperanza en un repechaje que promete ser su última frontera; Venezuela, en cambio, enfrenta la dura realidad de la eliminación.
¿Será este desenlace el inicio de una nueva era para las denominadas “cenicientas” del continente? ¿O la confirmación del poderío tradicional de selecciones como Argentina y Brasil? El balón rodará y la historia dirá.
Mientras tanto, la pasión sudamericana se mantiene intacta, inquieta y expectante, como la noche antes del gran partido. ¿Podrá el continente mantener su prestigio mundial en la próxima Copa del Mundo? Solo el tiempo, y el juego, lo revelarán.