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¿Fortuna a la Nube?
Este miércoles 10 de septiembre de 2025, en Wall Street se escribió una nueva página en la carrera por la riqueza mundial. Larry Ellison, cofundador de Oracle, apagó momentáneamente el reinado de Elon Musk y se coronó como la persona más rica del planeta, con una fortuna que tocó los 393.000 millones de dólares.
Lo que parecía una hazaña colosal se materializó en una sola jornada bursátil en Nueva York, cuando las acciones de Oracle se dispararon más de un 40%. Este salto vertiginoso está íntimamente ligado al auge sin precedentes de los servicios en la nube y la creciente demanda global por inteligencia artificial. En el último trimestre, la empresa firmó acuerdos millonarios que superan los 455.000 millones de dólares en ingresos futuros, dejando claro que Oracle no es la antigua compañía de bases de datos que muchos recordaban. La transformación estratégica de la firma, basada en fuertes inversiones tecnológicas, ha abierto paso a contratos gigantescos con corporaciones del sector de IA, catapultando su valor y, con él, el patrimonio de Ellison en 101.000 millones de dólares en sólo un día.
Mientras Ellison celebra este ascenso, Musk sufre un revés. La caída del 13% en el valor de Tesla y las dificultades operativas para SpaceX y X (antes Twitter) erosionaron su fortuna hasta los 385.000 millones, relegándolo al segundo puesto. Una caída que no sólo refleja números fríos, sino también un capítulo de incertidumbre para el magnate y sus imperios.
Safra Catz, CEO de Oracle, destaca que esta metamorfosis responde a una visión clara: el futuro está en la nube y la inteligencia artificial no es una moda, sino un motor económico. Con el 40% de Oracle bajo su control, Ellison ve su riqueza atada a un arma financiera tan volátil como prometedora.
Este episodio no es sólo una batalla por quién tiene más ceros en su cuenta bancaria, sino una metáfora de las nuevas reglas del poder empresarial y tecnológico. Oracle, una empresa que algunos veían en desuso, resurge en un universo donde la innovación y la demanda global dictan los nuevos rankings. ¿Podrá esta tendencia sostenerse o es apenas la calma antes de la próxima tormenta financiera?
Mientras tanto, la atención del mundo continúa puesta en estos titanes modernos, cuyas fortunas reflejan las transformaciones profundas y aceleradas de nuestra era digital.
