📸 Imagen cortesía Alcaldía de Medellín
¿Quién se apropia del cerro?
El verde pulmón de Medellín duele.
Este martes 23 de septiembre de 2025, en la comuna 16, el cerro de Las Tres Cruces vivió un nuevo capítulo de recuperaciones y pérdidas. La Alcaldía de Medellín, respaldada por la Policía Nacional, emprendió la demolición de piscinas ilegales y estructuras que mancillaban el espacio y la tranquilidad de este enclave natural.
Dos piscinas, quioscos de concreto y madera, y una vía de cemento construida sin permiso desaparecieron bajo el trabajo de maquinaria especializada. Las construcciones —usadas como balnearios privados y “amanecederos”— eran epicentros de fiestas clandestinas con alcohol, drogas y la lamentable presencia de menores. La comunidad, harta del aumento de inseguridad y de la contaminación ambiental —incluida la desviación y contaminación de una quebrada—, había denunciado reiteradamente estas irregularidades, que ahora dejaron de ser invisibles para la autoridad.
Manuel Villa Mejía, secretario de Seguridad y Convivencia, no dudó en enviar un mensaje claro: “Vamos tras ellos, sin importar dónde se escondan ni qué recursos utilicen para ocultar su actividad criminal”. Por su parte, Carlos Alberto Trujillo Vergara, subsecretario de Control Urbanístico, recordó que “la privatización de estos predios vulnera normas ambientales y limita el acceso colectivo,” destacando la ausencia total de licencias de curaduría.
El retiro de estos materiales marca un paso en la estrategia institucional para recuperar el espacio público de Las Tres Cruces, una batalla contra la invisibilidad de lo ilegal que no solo afecta la naturaleza sino también la confianza de la ciudadanía. Sin embargo, la pregunta queda abierta: ¿podrán sostenerse estas acciones para proteger verdaderamente este patrimonio verde, o volverán los ecos de abandono y clandestinidad a correr por el cerro?
Así, el cerro late, entre escombros y esperanzas, recordando que proteger el espacio público es cuidar la ciudad misma.


