📸 Imagen cortesía D.R.A
[LA FIESTA DEL CINE VUELVE A ENCENDER LAS SALAS COLOMBIANAS]
Este jueves 25 de septiembre, las luces de las salas en Colombia volverán a brillar con una invitación que busca derribar barreras: la Fiesta del Cine regresa, con entradas que apenas rozan los seis mil pesos.
La iniciativa, ya tradicional en varios países, aterriza este año en más de 125 salas repartidas por ciudades como Bogotá, Cali, Medellín, Barranquilla, Cartagena y Bucaramanga. Cadena tras cadena, desde Cinemark hasta Cinemas Procinal, se unen para ofrecer precios especiales: boletería en formato 2D a $6.000 y accesos selectos en formatos como Premier, Bistro y XD Bistro a $9.000. Lo que se sabe hasta el momento es que esta vez las funciones aplicables serán sólo las del jueves 25 y viernes 26 de septiembre, y la compra anticipada de las entradas, iniciada el martes 23 a las 3 p. m., puede sumar un recargo digital de $1.400 por boletería.
Este gesto colectivo no sólo cifra en la economía el alma del cine, sino también la cultura y la memoria. No se trata únicamente de atraer espectadores, sino de colocar en el centro la experiencia de vivir la pantalla grande, esa que ha sido amenazada en tiempos recientes por alternativas digitales y por la incertidumbre que ha ido erosionando la asistencia a las salas. Salas que, en esta oportunidad, excluyen funciones en 3D, D-Box, musicales y otros contenidos que se alejan del cine tradicional.
“Buscamos que miles de familias vuelvan a disfrutar la magia del cine a precios realmente asequibles”, explican los voceros del gremio exhibidor, conscientes del reto de democratizar el acceso y alentar ese regreso al ritual donde la pantalla, la penumbra y la expectación se conjugan para crear comunidad.
Entre los títulos que pondrán en cartelera durante la Fiesta, destaca el estreno de “El Conjuro 4: Último rito”, una apuesta segura para atraer al público amante del género. Pero más allá del filme, el evento se revela como un llamado a reactivar espacios culturales y sociales fundamentales.
En definitiva, la Fiesta del Cine plantea una pregunta intangible pero crucial: ¿podrá este impulso revitalizar un hábito que parece en pausa? Mientras la boletería se agita digitalmente y los espectadores preparan su regreso, Colombia abre sus salas para que, dos días, la magia se vuelva tangible. ¿Listos para apagar el celular, sentarse en la oscuridad y dejarse llevar?


