📸 Imagen cortesía Pablo Martínez Rodríguez
¿Violencia con espectáculo?
En la madrugada del viernes 3 de octubre de 2025, bajo el manto oscuro que cubría San Juan, Puerto Rico, el Coliseo José Miguel Agrelot, conocido cariñosamente como “El Choli”, fue sacudido por una ráfaga de balas que destrozaron su emblemática fachada.
Al filo de la 1:54 a.m., seis hombres encapuchados, envueltos en negro y lanzados en tres motocicletas, descargaron sus armas contra el corazón del principal escenario de espectáculos del país. Veinticinco ventanales hechos trizas y seis puertas de cristal pulverizadas fueron la estela visible de un ataque que, afortunadamente, no cobró víctimas entre los cuatro empleados de seguridad presentes.
Mientras el silencio se hacía espacio entre los escombros, agentes del Cuerpo de Investigaciones Criminales de San Juan recogían 156 casquillos dispersos: de calidades diversas, 9 milímetros, .40 y munición de rifle que narraban la intensidad del asalto. En las imágenes captadas por las cámaras de seguridad, se inmortaliza ese momento: figuras encapuchadas desplazándose con precisión para abrir fuego antes de huir en la negrura, un testimonio visual que aportó la Policía, bajo la batuta de Edwin Figueroa Maldonado.

¿Por qué este ataque? El interrogante flota en el aire con fuerza porque ocurrió apenas horas antes del NBA Puerto Rico Celebrity Game 2025, un evento que atrae la mirada no solo de fanáticos del deporte, sino de amantes del espectáculo y de la música, con la presencia destacada del reguetonero Anuel AA. Este evento sirve de preámbulo a un partido amistoso entre los Miami Heat y Orlando Magic previsto para el día siguiente. ¿Casualidad? La Policía aún no establece un vínculo directo, pero la sombra de teorías se extiende, recordando que el artista ha estado envuelto en incidentes similares dentro de este recinto en el pasado.
La respuesta oficial no se hizo esperar. Joseph González, superintendente de la Policía de Puerto Rico, anunció un reforzamiento inmediato en el dispositivo de seguridad. Más patrullas, vigilancia intensificada y un llamado a la calma que, sin embargo, no logra disipar la inquietud que ha provocado este episodio.
Este ataque no solo altera la tranquilidad de uno de los centros culturales más emblemáticos, sino que hace emerger viejas preguntas sobre la intersección entre la violencia y los eventos masivos. ¿Podrá la seguridad adaptarse a estos nuevos desafíos o seguirá el vacío alimentando la incertidumbre en las noches de “El Choli”? La ciudadanía observa, expectante y quizá un poco más temerosa.