📸 Imagen cortesía simonmayer – istockphoto
¡Qué herida tan profunda!
Este jueves 2 de octubre de 2025, en Buriticá, Antioquia, la sombra de la violencia volvió a teñir la montaña con un ataque que dejó a un policía gravemente herido.
La escena tuvo lugar alrededor de las 2:00 p. m., cuando un agente de la Policía Nacional, miembro de la Unidad Nacional contra la Minería Ilegal y Antiterrorismo (UNIMIL), se encontraba regresando junto a funcionarios de la Sociedad de Activos Especiales (SAE) tras un operativo judicial sobre un bien vinculado a actividades ilícitas en la región occidental de Antioquia. Fue entonces cuando un grupo armado, supuestamente del Clan del Golfo, tendió una emboscada desde las alturas, abriendo fuego con rifles de largo alcance. Una ráfaga impactó de lleno en el rostro del uniformado, quien padeció heridas complejas, aunque por fortuna sin daño neurológico grave.
El oficial, estabilizado en Santa Fe de Antioquia tras ser intubado y atendido de urgencia, fue trasladado al hospital Pablo Tobón Uribe en Medellín, donde permanece bajo estricta vigilancia en cuidados intensivos. En las próximas horas afrontará una cirugía reconstructiva facial, que podría marcar un antes y un después en su recuperación.
Mientras tanto, el resto de la comisión salió ileso, y las autoridades activaron de inmediato los protocolos de seguridad en la zona. La Policía Nacional y el Ejército refuerzan operativos y patrullajes en busca de los atacantes, reafirmando la lucha insistente y desgastante contra las estructuras criminales que se esconden tras la violencia.
Este episodio vuelve a poner en evidencia la persistente amenaza que enfrentan quienes desafían el poder de los grupos armados ilegales. ¿Cuántos más deberán arriesgar su vida para que la justicia y la legalidad puedan arraigarse en territorios donde el miedo parece construir su propio reino? La incertidumbre persiste, pero la esperanza recalienta los corazones de quienes no bajan la guardia. ¿Encontrarán finalmente la paz y la seguridad que ansía esta montaña herida?
