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¿Bajo amenaza, el silencio de Doradal?
Esta semana, una sombra de miedo se cierne sobre la Comuna 13 de Medellín. La familia de Andrés Camilo López Noreña, un joven DJ de 26 años, denunció amenazas que buscan silenciar su incesante búsqueda junto a su amigo Kevin Vásquez, desaparecidos desde el 22 de agosto de 2025 en el corregimiento de Doradal, municipio de Puerto Triunfo.
Aquella noche, Andrés Camilo y Kevin se dirigían a una presentación musical en Doradal. Tras encontrar un derrumbe que bloqueaba su vía, decidieron continuar viaje en un bus desde San Luis, ajenos a que esa sería la última vez que sus familias los verían o escucharían. El último mensaje de Andrés Camilo, transmitido a su novia, anunciaba su llegada a la finca sin indicios de peligro alguno.
Pero a la incertidumbre se sumó el miedo: el pasado sábado, el padre de Andrés Camilo recibió un llamado intimidante con un mensaje claro y brutal: “si seguía buscándolo, cuando saliera a carretera también lo iban a desaparecer”. La madre, Gloria Inés Noreña, insiste en que su hijo no tenía problemas ni advertencias previas, y denuncia que sus esfuerzos ahora se ven amenazados por quienes prefieren el silencio forzado.
Andrés Camilo, además de su pasión por la música, alternaba trabajos humildes como conductor y carpintero, una vida sencilla que contrasta con la violencia que hoy azota a su familia. La denuncia formal ya está en manos de la Fiscalía, pero la respuesta es lenta, mientras la amenaza a quienes buscan la verdad crece.
¿Quién quiere ocultar el destino de estos jóvenes? ¿Qué oscuras dinámicas en Doradal provocan esta desaparición? La familia exige garantías y justicia, pero el miedo parece querer apoderarse de sus voces. En el corazón de esta tragedia, resuena la pregunta que desafía el olvido: ¿podrá la justicia abrirse camino entre tantas sombras?