📸 Cortesía: Jacqueline Macou en Pixabay
[CORREO: PUENTE INVISIBLE]
Este miércoles 9 de octubre de 2025, el mundo detiene un instante para recordar ese actor silencioso que conecta nuestras vidas: el correo postal.
Desde 1874, en una conferencia celebrada en Berna, Suiza, 22 países cerraron filas para crear la Unión Postal Universal (UPU) con un propósito claro: regular y facilitar la correspondencia internacional en plena era de la revolución industrial. Hoy, 151 años después, la UPU congrega a 191 naciones que mantienen viva una red de más de 663 mil oficinas postales y cinco millones de trabajadores dedicados a que cartas, paquetes y mensajes atraviesen fronteras y distancias inimaginables.
La celebración instaurada en 1969 durante el Congreso de Tokio recuerda que el correo no es solo papel o paquete: es un servicio público esencial que sostiene relaciones humanas, impulsa economías y hace palpables el compromiso social y la inclusión. Este año, bajo el lema “Correo postal para todos: servicio local, impacto global”, la UPU insiste en que, aun en la era digital, la innovación debe estar al servicio de la integración y el acceso igualitario.
Porque detrás de cada envío está la historia de personas que confían en un sistema que a veces parece anacrónico, pero que resiste con la fuerza de un legado que une mundos. ¿Cómo no preguntarse entonces si, en tiempos dominados por la inmediatez virtual, seguimos valorando esa pausa y ese vínculo que solo el correo sabe ofrecer?
En un mundo fragmentado por la velocidad y el ruido, el correo postal sigue siendo un puente invisible que, con cada sello y cada sobre, escribe también la historia de nuestra convivencia global. La pregunta permanece abierta: ¿Seguiremos reconociendo su latido vital más allá del clic?