📸 Imagen cortesía X @Ejercito_Div8
¿Un general en jaque por sombras judiciales?
Este miércoles 15 de octubre de 2025, en un puesto de control de Bogotá, el general Samuel Salinas Valencia, comandante de la Décima Octava Brigada del Ejército Nacional, fue requerido por la Policía Nacional. La causa: un supuesto desacato a una tutela vinculado a su antigua gestión como director de Sanidad del Ejército.
Eran primeras horas de la mañana cuando, vestido de civil y camino a una reunión institucional, el oficial fue detenido para verificación de antecedentes. Fue entonces cuando la sorpresa estalló: existía un proceso penal abierto en su contra por desacato a una tutela, una sanción muy seria que, en teoría, comprometía su libertad y honor. Pero algo no cuadraba. El Ejército y fuentes oficiales confirmaron que la sanción había sido revocada días atrás, concretamente el 8 de octubre, y que no existía orden de captura ni restricciones vigentes contra Salinas.
El general, ajeno a esta alerta judicial, no se escondió. A la inversa, con una transparencia poco común en casos de esta naturaleza, se presentó voluntariamente ante el juzgado para esclarecer el episodio. Allí se corroboró la revocación y se disiparon los fantasmas de una detención injusta. La institución castrense emitió un comunicado reafirmando que el oficial jamás fue privado de la libertad, sino que cumplió con el debido proceso con pulcritud y responsabilidad.
Este incidente, más que un mero error administrativo, revela un desfase en la actualización de los sistemas judiciales y un desfase entre la justicia y el rigor institucional. ¿Cómo pudo caminar por la capital del país un general bajo una sombra judicial inexistente? ¿Qué fallas en la comunicación oficial permitieron esta confusión? La ciudadanía observa desconfiada, mientras el Ejército promete ajustar y transparentar sus procesos para que episodios como este no erosionen la confianza en las instituciones.
Al final, permanece la pregunta: ¿será posible un equilibrio real entre el aparato judicial y la responsabilidad institucional, o seguiremos presenciando estas entregas a medias en la búsqueda de justicia y verdad?