📸 Imagen cortesía Redes Sociales
¿Dolor sin respuestas en Jalisco?
En la madrugada del viernes 17 de octubre de 2025, el empresario antioqueño Andrés Gómez Mejía, conocido como “Bocadillo”, apareció muerto en Jalisco, México. La noticia sacudió su natal barrio Villa Hermosa, Medellín, donde su nombre resonaba no solo por sus negocios, sino por su compromiso con obras benéficas.
Gómez Mejía, de 45 años, residía en México desde hacía casi una década, ligado principalmente a la comercialización del tequila Cavas Agave. La Fiscalía mexicana confirmó días después el homicidio y mantiene una investigación abierta que todavía no arroja luz sobre el móvil ni los responsables. Las redes sociales han emergido como una pista crucial: antes de su muerte, una mujer dejó en sus publicaciones severas reclamaciones, vinculadas a una supuesta deuda pendiente. Frases como “arreglar cuentas” y otros mensajes posteriores a la confirmación de su fallecimiento están siendo escrutados con cautela.
La Embajada de Colombia en México guarda silencio, mientras la familia en Medellín tramita la repatriación del cuerpo para velar a “Bocadillo” en Fundaciones Pía Autónoma Cementerios Campos de Paz. Las preguntas persisten: ¿qué ocurrió realmente aquella noche? ¿La deuda mencionada pudo desatar una tragedia? Y más aún, ¿puede la justicia esclarecer este misterio entre tantas sombras de violencia y silencio?
El vacío que deja Gómez Mejía no se mide solo en ausencia física, sino en la incertidumbre de una historia inconclusa, donde la búsqueda de verdad y justicia se entrelaza con el dolor de los que lo conocieron. Mientras tanto, Jalisco y Medellín esperan respuestas que nunca llegan. ¿Podrán las autoridades mexicanas encontrar las piezas que flatéan esta compleja trama? El tiempo dirá, pero el pesar permanece, como la lluvia.


