📸 Imagen cortesía @FCFSeleccionCol
[¿Ruge el Atanasio sin Caicedo ni Ramírez?]
Este viernes 24 de octubre, Medellín se prepara para un estreno con sabor a reto y esperanza.
La Selección Colombia femenina debuta en la Liga de Naciones de Concacaf. El escenario: el legendario estadio Atanasio Girardot, que volverá a vibrar para recibir a las ‘cafeteras’ desde las 6:00 p.m. hora local. Un inicio que no es cualquiera: los primeros tres puntos de una exigente fase de grupos, donde en total están en juego 24 unidades rumbo al Mundial femenino próximo【1】【3】【5】【7】.
Sin embargo, la tarde arranca con una inexplicable sensación de incertidumbre. Linda Caicedo, la joya de la corona colombiana, todavía no tiene la luz verde médica para saltar al campo: su presencia estará en el aire hasta último momento. Y como si la ausencia de Caicedo fuera poco, Mayra Ramírez, otra pieza clave en el ataque, quedó descartada por una lesión que la aleja de las canchas por todo lo que resta del año. Dos ausencias que revuelven el tablero táctico del técnico Ángelo Marsiglia y ponen a prueba la fortaleza colectiva del equipo【1】.
Pero el equipo que defenderá el tricolor no se queda en el vacío. De las 23 jugadoras convocadas, 17 compiten en ligas europeas y otros circuitos internacionales de primer nivel, una ventaja competitiva que le otorga al plantel experiencia y variedad en el juego. Así, Colombia no solo presenta compromiso, sino que se posiciona con argumentos para ser protagonista, a pesar de las bajas sensibles【1】.
Mientras tanto, la logística está lista para recibir a miles de hinchas. La Federación Colombiana de Fútbol abrirá las puertas del Atanasio desde las 4:00 p.m., permitiendo el ingreso desde los 5 años. Este estadio, con capacidad para más de 45,900 espectadores y que sigue estándares internacionales, promete ser el epicentro del fervor y la pasión de una jornada decisiva, donde más que fútbol se jugan sueños colectivos【5】.
¿Podrá Colombia sobreponerse a las ausencias y sacar su garra en casa? Mientras el reloj corre, la ciudad y el país aguardan, expectantes, el roce del balón que puede marcar un camino esperanzador hacia el Mundial.
