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[¿Punto invisible o lucha a sangre y fuego?]
Este jueves 30 de octubre, a las 8:20 p.m., el estadio Bello Horizonte de Villavicencio será testigo de un duelo cargado de urgencias y expectativas. Atlético Nacional se mide ante Llaneros en la fecha 18 de la Liga BetPlay 2025-II, un choque que va más allá de tres puntos: es un cruce donde se juega el poder, la supervivencia y la gloria momentánea.
Atlético Nacional, ya con la tranquilidad del boleto a los cuadrangulares gracias a sus 31 puntos, aspira a consolidar ese codiciado “punto invisible” que lo posicione como cabeza de grupo. El envión llega tras un contundente 5-2 contra Independiente Medellín y una racha inmaculada que suma ocho partidos sin derrota, seis de ellos en esta liga. La ofensiva verdolaga, artífice principal de esta campaña, ha perforado redes con 31 anotaciones, la segunda mejor cifra del torneo. El técnico, Diego Arias, no ocultó sus cartas: mantendrá a sus figuras estelares lideradas por Marino Hinestroza, quien brilló en el último encuentro, junto a los goleadores Alfredo Morelos y Andrés Sarmiento. Las bajas, mínimas y calibradas, incluyen al descansado Matheus Uribe y algunos jugadores con molestias previas.
Del otro lado, Llaneros encara una noche de necesidad imperiosa. Noveno en la tabla y fuera, por ahora, de los ocho puestos que aseguran pase, el equipo dirigido por José Luis García busca un triunfo que mantenga viva su ilusión de clasificar. La derrota anterior por 2-0 ante Atlético Bucaramanga sirvió como advertencia clara: no hay margen para la relajación. Aunque su defensa local se ha mostrado sólida, con pocas anotaciones recibidas en casa, el talón de Aquiles está en la ofensiva, que ahora debe dar el golpe decisivo. La ausencia sensible de Jhojan Escobar, suspendido por acumulación de amarillas, obliga a Llaneros a encontrar nuevos referentes en ataque. Julián Angulo, con siete participaciones directas en goles (tres tantos y cuatro asistencias), apunta a ser ese faro esperanzador.
Este choque no es solo una batalla por puntos; es un reflejo de dos realidades que convergen en un mismo instante de tensión. Nacional, con el favoritismo de su historia y confianza, busca amarrar la cima. Llaneros, con la urgencia de salvar un sueño que se escurre, pelea por cada trazo de esperanza en su cancha. La afición, testigo silencioso, aguarda con expectativa el desenlace que dictará parte del destino de esta apasionante temporada.
¿Podrá Nacional sostener su racha y hacerse con el «punto invisible»? ¿O Llaneros escribirá una página de resiliencia y resistencia para seguir soñando? La respuesta, esta noche, en el verde césped de Villavicencio.
