📸 Imagen cortesía: Tomada de la cuenta de X de la Presidencia Estados Unidos
¿Tormenta sobre Caracas?
Este viernes 31 de octubre de 2025, a pocas horas de su anuncio oficial, la sombra de un posible ataque estadounidense sobre Venezuela se volvió más tangible. Desde Washington, la Casa Blanca, bajo las órdenes del presidente Donald Trump, mantiene en pie planes militares que apuntan a objetivos estratégicos en territorio venezolano: puertos, aeropuertos y bases militares.
La escalada comenzó a tomar forma tras la publicación del *The Wall Street Journal*, que reveló con detalles inquietantes la intención estadounidense de responder al presunto apoyo del gobierno de Nicolás Maduro a organizaciones catalogadas como “amenazas hemisféricas” y a redes de narcotráfico transnacional. Según fuentes del Pentágono, esta operación podría activarse en cuestión de días, o incluso horas, aunque la última palabra recae en Trump, quien aún no define si ordenará el ataque.
Los blancos específicos, según el informe, no son escogidos al azar: centros de mando militar y depósitos de armas venezuelanos que facilitarían el tráfico de drogas y sostendrían logísticas para cárteles como Los Soles y el Tren de Aragua, consignados en la reciente lista de “organizaciones terroristas extranjeras” por parte del gobierno estadounidense. En este contexto, desde septiembre, Washington ha incrementado su despliegue en el Caribe, incluyendo la movilización del portaaviones Gerald R. Ford, y efectuado ataques aéreos contra embarcaciones ligadas a estos grupos.
La comunidad internacional observa con creciente preocupación cómo se tensa el hilo entre dos países con una historia compleja y una desconfianza arraigada. ¿Logrará la diplomacia evitar que estas tensiones se conviertan en un estallido bélico? Mientras tanto, en Caracas y Washington, la decisión definitiva permanece en manos de un solo hombre, en espera de que se decida si el diálogo cede o si el continente se ve arrastrado hacia un nuevo capítulo de confrontación.
