📸 Imagen cortesía: Captura de pantalla. Tomada de la cuenta de instagram: B KING «La Voice»
¿Música silenciada por la violencia?
Este 16 de septiembre de 2025, en la colonia Renovación de Iztapalapa, Ciudad de México, los artistas colombianos B-King (Bayron Sánchez Salazar) y DJ Regio Clown (Jorge Luis Herrera Lemus) perdieron la vida en un crimen que desvela las oscuras conexiones entre la escena musical latina y redes criminales internacionales.
Según la Fiscalía General de Justicia del Estado de México, dieciséis personas —seis mexicanas y diez extranjeros, entre colombianos, venezolanos, cubanos y españoles— fueron detenidas bajo sospecha de participación en este asesinato múltiple que ha consternado tanto a México como a Colombia. Los dos músicos fueron engañados para acudir a un taller mecánico en Iztapalapa bajo falsas promesas, donde fueron ejecutados con armas blancas. Un chofer identificado como Mariano N., presuntamente actuando bajo órdenes de Cristopher N., alias “El Comandante”, fue quien los trasladó desde plaza Miyana hasta el lugar fatídico.
El trasfondo del homicidio revela un entramado oscuro: fiestas privadas llamadas “Sin Censura” eran el epicentro de espectáculos musicales y la venta de drogas sintéticas como “2-CB (Tusi)” y “Coco Chanel”. DJ Regio Clown habría operado como narcotraficante en estos ambientes, pero sin la aprobación de “El Pantera”, un líder delictivo fugitivo. Además, se investiga que filtró información sensible sobre miembros de la organización, lo que habría precipitado un ajuste de cuentas. La Fiscalía señala que para consumar el doble asesinato se ofreció el pago de 200 mil pesos mexicanos.
Este episodio no solo evidencia la vulnerabilidad de los artistas ante el poder corruptor de las redes criminales, sino que también abre un vacío inquietante en la cultura musical, ensombrecida por la violencia y la impunidad. ¿Cómo podrá la música seguir siendo refugio si su pulso se ve dictado por intereses criminales y el miedo? Mientras tanto, la justicia intenta esclarecer los hechos y retomar la confianza que se erosiona con cada crimen de esta naturaleza. ¿Será posible desentrañar todas las sombras que envuelven esta tragedia y evitar que la creatividad se arme de silenciadores?


